Así es, después de las fiestas, queda la peladez y alguna otra cosita que se haya chispoteado por ahí. Como algún bebe, por ejemplo, o las secuelas de alguna pelea en las que haya intervenido los tragos, las malas decisiones. Muchas cosas por las cuales arrepentirse y hasta llorar.
Después de las fiestas…
