11 años después, todavía andamos dando lora con los restos de mi madre. Cada tanto hacíamos colecta para juntar y sacarla de allí, pero nunca nos alcanzaba el dinero.
Entonces se pagaba arriendo un año más y ya parecíamos a los que van pidiendo plata para enterrar a alguien y nunca lo logran, hasta que por fin este año dijimos «es la vencida, ahora o nunca».
Hicimos todo el volteo para saber cuánto se debía y con rebajas y alguna ayudita extra al fin le tuvimos un espacio donde descansar sus huesos. Por lo cual esta semana nos encontramos sacando restos.
Exhumacion
Al hablar con el cura, nos sugirió una misita antes de sacar los restos. Ellos no pierden nada y así hagan rebajas. Siempre llevan las de ganar.
Así que se le mandó a hacer la misa a las 7 de la madrugada y a las 8 era la sacada de los restos. Justo ese día amaneció cayendo agua, casi que no vamos a la misa.
Cuando llegamos ya habían empezado, luego de la misa nos fuimos a desayunar y luego para el cementerio. Allá el sepulturero casi que no sale de su madriguera pues la lloviznita lo tenia encalambrado. Se podía derretir si se mojaba un poquito.
Al fin con su parsimonia fue a hacer su trabajo, mientras nosotros los que fuimos, pocos, pero suficientes, tratábamos de pasar lo mejor posible, para que no fuera tan tétrico el momento.
Primera vez
Era mi primera vez en ver sacar restos de alguien. Había pensado no ir, pero ya acompañada y entrada en gastos, pues fui a ver qué tal y si era tan agobiante como muchos decían.
Pero nada que ver, fue algo tan normal, hasta divertido, aunque creo que el ambiente lo hace las personas que estén allí. Si vamos a estar acompañados de persona aprensivas la situación sería diferente.
Hasta al sepulturero lo pusimos a hablar y contar anécdotas, mientras sacaba y metía los restos en la chuspa negra que llevamos para este menester, él iba contando cosas que le pasaba con los dolientes, como en todo hay tema.
Y por fin, espero que con esto descansemos todos de dar vueltas y revueltas con unos restos que al menos si lo eran. Creo que valió la pena los añitos allí confinada, pues salió en los meros huesos.
La ropita le quedaba holgada y al menos no estaba entera, como a muchos les ha pasado que toca volverlos a enterrar o hacerlos cremar, peor aún.
De esta forma pasé la prueba y como en todo, creo que hay que vivir la experiencias para poder dar fe de lo que puede pasar.
[piopialo vcboxed=»1″]Si nos dejamos llevar por lo que dicen los demás, nunca escarmentaremos en cabeza propia estas sensaciones.[/piopialo]
¿Tu has vivido la experiencia de sacar los restos de un ser querido. Lo que se llama exhumación?
2 respuestas a «Sacando restos»
Nunca he pasado por eso, mis papás murieron y a mi papá ya lo exhumaron pero a mi mamá no, y creo que cuando eso pase (si es que pasa) no me atrevería a ir :/
No es tan terrible, al menos no me lo pareció, también depende del estado de ánimo en el que estés y la compañía con la que vayas.