Por primera vez le tocó a Emily estar en pleno apogeo del Festival Bandola y se lo disfrutó al máximo. Seguramente será otra fan de cada año venir a pasar estas festividades.
El día de la inauguración salimos con ella al parque y como había tanta gente, nos quedamos por detrás viendo lo poco que se alcanzaba a ver, y ella alegaba que quería estar en bandola, dentro, no fuera. Yo le decía que todo el parque y sus alrededores era Bandola. No la convencí, pues por esa vez tocó así por qué no cabía un alfiler parado cerca de la tarima.
El tío le ofreció cargarla en los hombros para que pudiera ver, pero ella dijo que mejor esperaba a su papá que venia al otro día.
Efectivamente al sábado fuimos con el papá y ahí sí entró a Bandola, en primera fila. Estaba ella feliz, cargada en hombros por su papá.
Al ver todas las casas adornadas ella quiso que la suya tambien lo estuviera y se dio a la tarea de hacer una cartelera y de que hicieramos tiras de retazos para adornar el domingo que pasaban por la casa el Festival de los Abrazos.
Infló bombas amarillas y ella orquestó la decorada de la casa. Y muy acomodada en su silla, vio pasar el desfile y no perdió oportunidad de tomarse fotos con algunos de los participantes. Parecía una castañuela de lo feliz que estaba.
Además para que la vecina no me dijera que no había adornada la casa. Es que resulta que unos días antes iba con Emily, cuando una de las señoras de la otra cuadra que arreglan muy bonito todo, me dijo que le gustaría que por mi cuadra también arregláramos, que éramos muy simples.
Le dije que lo que pasaba es que por allí no hay con quién, yo le dije que yo si iba a arreglar para el domingo, así pareciera un parche. Pero nos quedó hasta bonito y la niña la pasó muy contenta.
Este año vino muchas personas, y todos se lucieron con la decoración tan colorida y bonita, así no pasara el desfile, la gente adornaba los frentes de las casas. Hubo mucho despliegue de creatividad así la ciudad se vio de carnaval, los invitados a la tarima eran de lujo, no hubo desperdicio de nada. Bandola como siempre mueve multitudes.
¡Hasta el otro año!