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Cosas que pasan

Y llegó pelusa a la familia gatuna

Llegó un nuevo integrante a la familia gatuna, la pelusa. Sergio le colocó este nombre porque es toda peludita y tiernita, le gusta que la apapachen y no corre cuando se le acerca alguien, como hacen las otras que apenas se le acercan, salen a la carrera.

Esta sin embargo se queda quietecita, más bonita.

Pelusa

A Emily le recuerda a la Malu, era la única que no le corría, de resto todas pagan escondedero cuando la ven.

Desde que llegó en octubre, toda flacuchenta que hasta se le sentían las costillas a la pobre y ñarriaba a toda hora pidiendo comida. Esculcaba las ollas y si se descuidaban se comía la comida que se dejara encima de la mesa del hambre que traía.

A estas alturas, tras varios meses de haber llegado se comporta muy bien, ya no chilla y espera pacientemente a que le den la comida. Aprendió el horario que hay para tal fin, ya sabe que no se da sino a determinadas horas y cuando llega el patrón de la finca.

Eso sí, descubrimos que a toda hora se vive bañando, parece que tiene un problema con la limpieza. Pues su pasatiempo favorito es limpiarse por todas partes. Nunca deja pelos encima, le encanta vivir echada en las camas y siempre se hace en la orilla.

Es a la única que dejo que se suba en mi cama y eso porque se hace en la puntica y no me deja pelos regados como las otras que donde se echan ahí dejan el greñero.

Aunque hay que decir que la pobre se ganó una operación para no tener gaticos que ya le habían hecho. Como llegó de la nada, creíamos que no estaba operada y resulta que sí lo estaba. Qué pecaito si llega a quedar embarazada es por obra del Espíritu Santo.

Luna, la reina de la casa

Ha echo buenas migas con la Luna que es la mas peliadora, no se hablan pero comparten espacios como buenas compañeras. Al menos no se gruñen mientras las vemos, pero cuando están solas o se encuentran de sopetón se dan unas pequeñas caricias que las dejan todas despeinadas.

Hay un nuevo integrante que se quiere meter a la famila, pero a ese le dan como a perro en misa, le tienen la cara toda arañada.

Sin embargo, él se hace el Morrongo, como ya lo llamamos. Y hace como el que no quiere la cosa se va haciendo un campito. Llega a las horas de comida, ya se las aprendió. Sabe a qué hora llega por la tarde, por la mañana es el primero en estar esperando su turno.

Morrongo, el agregado

Desde que va llegando va ñarriando como para que sepan que esta llegando el macho de la manada. Es el único varón en medio de cuatro hembras. Me imagino que se cree en un harem donde tiene una chica para cada noche y cuando se va, igual se va dando las gracias por la comida. Es muy chistocito.

Ya con este serían cinco gatos. Lo único bueno es que no habrá descendencia, pues todas las chicas están operadas y la pelusa doble, por si las dudas. Además, que todas son esquivas no creo que se dejen agarrar tan fácil, aunque las pueden coger en la hora boba.

Lama

La Lama, esa sí que no le gusten ni que la toquen, solo dormida se deja toquetear y eso por que le da perecita levantarse, entonces deja que uno la manosee un momentico. Tampoco mucho porque se impacienta y empieza a gruñir.

La tontina, es la gata del vecino que cuando se trasteo se fue sin su gata, pues se escondió y no se fue con ellos. A los días se dejo caer en la casa y era toda esquiva. Pasó mas de un año para que se dejara tocar y entrara a la casa con confianza.

Tontina o morocha

Hoy en día, ya se pasea como Pedro por su casa. Es toda negra, sino se ríe ni se nota cuando se echa en los asientos.

La Luna, es la gata de siempre. La reina de la casa, eso se da unos aires de belleza y se para toda tiesa, parece que fuera de mejor familia. La dedo parado, mira a todos por encima del hombro y no se junta con la chusma.

Se han muerto dos gaticos, (La Malu y el Mono) pero vienen otros a reemplazarlos, como que si nos descuidamos nos llenamos de gatos y no daremos a basto para mantenerlos. Porque eso sí, cada uno de estos animalitos sale cariñosito, pero se amañan y da pesar echarlos a la calle de donde vienen.

Así que de momento, nuestra familia gatuna sigue creciendo, aunque esperamos que no más, por un buen tiempo. 🙂

¿Tienes gatos? ¿Cómo llegaron a tu vida?

Por Amparo Bonilla

Me considero una apasionada de la vida, soy alegre, optimista y siempre encuentro lo bueno de lo malo. Tengo una filosofía de vida que consiste en hacer lo que me gusta, cuando quiero hacerlo y sobre todo sonreír porque la vida serie es muy aburrida...

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