La tumbada millonaria es una modalidad de atraco que no conocía, y que me tocó vivir en carne propia.
La genialidad que tienen algunos para tumbarnos en la cara y quedarse tan campantes, es impresionante. Paso a contarles:
En estos días un señor con el que mi marido tiene negocios, quedó de mandarle un millón quinientos mil pesos. Antes le había dicho que contara con un dinero para el día siguiente. No sabemos aún de que día pues hasta el sol de hoy no llegó el dinero.
Como un mes después y viendo que el señor no se reportaba lo llamé yo. Pues contando con el dinero que iba a enviar, le había prestado algo a mi marido que ya me estaba haciendo falta.
Por lo tanto tomé cartas en el asunto y le dije al señor que necesitábamos el dinero, pues ya la perjudicada con la bananiadera de él era yo. Por lo tanto necesitaba que por favor enviara el dinero prometido.
Claro, no hay problema mañana le envío el millón que le dije.
No señor era millón y medio, si es tan amable.
Bien no hay problema mañana a primera hora le hago la transferencia, me dijo el careconcha.
Pues al otro día me dijo que no me había podido consignar sino un millón, pues tenia algunos problemas económicos.
Bueno listo, no hay problema. Del ahogado el sombrero, con un millón salíamos de los problemas inmediatos.
Fui a reclamar el dinero al banco y nada. Le dije a mi hija que mirara mi cuenta a ver si había algo y que nada. Lo volví a llamar y me dijo que en el banco le habían dicho que se demoraba 24 horas para verse reflejado el desembolso.
Bueno, pues esperemos las 24 horas.
Pasaron las horas, los días y nada de plata. Cuando me contestó a las llamadas, es un milagro, pues al parecer le gusta esconder la cabeza. Me dijo que ya me había enviado el recibo al WhatsApp de mi hijo para que viera que no eran mentiras, que entonces iba a llamar al banco para averiguar qué pasaba, que ya me volvía a llamar.
Pues si, tres días después envió el recibo, pero resulta que no era ningún millón, pues en el recibo decía 1.00.000.00. Si uno es medio ciego pues a la carrera cree que si es un millón, pero mi hijo ahí mismo detectó la trampa y le escribió diciéndole que al recibo le faltaba un cero.
Él escribió diciendo que efectivamente en el banco no le habían desembolsado nada, que ya iba a pasar personalmente e iba a arreglar ese asuntico.
Pues 15 días después estamos esperando que arreglé el asuntico, que llame o que siquiera conteste las llamadas para que se justifique con alguna mentira. Pero ni eso hace ya.
Si hubiera sido un error, ya lo hubiera remediado, pero el silencio dice más que mil palabras.
Es una persona falta de pantalones y de poco fiar para hacer negocios. Estas personas es mejor a kilómetros de distancia.
¿Qué les cuesta decir que no hay dinero y listo? A nadie se puede obligar a pagar si no hay plata. Pero lo que molesta es la falta de seriedad.
Nos cogió de payasos, seguro fue muy divertido tenernos con la ilusión de dinero, sabiendo que no lo había. Es una chucha inmunda.
Y mi marido me decía que no lo llamara, que dejara eso así, porque yo era márquele y márquele. Al fin que no tengo nada más que hacer, puedo ser una garrapata bien cansona si me propongo.
Y yo le decía: no señor cómo así que dejemos eso así. Hay un millón de por medio, si no se le hace el reclamo nada se le da decir que sí lo envío.
Entonces hasta que no contestó por el WhatsApp que efectivamente en el banco no le habían descontado nada, no dejé de molestarlo. Aunque eso no significa que haya dejado de marcarle, de vez en cuando le recuerdo que aún espero que se reporte.
Quiero ver que excusa saca el careconcha, porque eso sí, desde que las excusas se hicieron todos quedamos bien, pero tendrá que ser una muy buena si quiere que el negocio continué, con esta patraña se le fueron los folios y como para el mamón no hay ley, pues quedamos en libertad de buscar otro comprador, al menos que no sea un millón pelado.
Y dime, ¿a ti te han hecho ya la tumbada millonaria, o algo parecido?
Imagen: A man and a women hands hold a money bags in the public park… By Watchara Ritjan en Shutterstock