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Cosas que pasan

Una estrellada: Tremendo susto

Esta ha sido mi primera estrellada o al menos que yo recuerde.

Te voy a contar qué me pasó: resulta que estaba de paseo visitando a mi sobrina, ella se esta cambiando de casa y quiere cambiar todo lo que tiene por nuevo.

Entonces me ofreció su equipo de sonido, que se encuentra en perfecto estado, solo que no tiene para bluetooth, por lo tanto se quiere comprar uno que sí tenga esa aplicación u opción de escuchar música del celular al equipo, creo que es la cosa, la verdad ni idea qué es eso.

Estrellada

Aparte del equipo, que la mesa donde se coloca el aparato este, y que un procesador de alimentos, unas ollas, una cobija entre otras cositas. Por lo tanto era mucho encarte para llevar en el bus, entonces solicitó el servicio de un señor que hace mudanzas.

Acordaron el precio y el aceptó ir si podía llevar a su esposa. Ella le dijo que no había ningún problema siempre y cuando yo también pudiera ir con el trasteo, bien.

Sin problemas llego el señor a la hora acordada.

Saludamos al señor y empezaron a subir las cosas al carrito cuando se baja la esposa a saludar, cuando oh sorpresa era una vieja amiga del colegio, la cual hacia muchos años no veía.

Pues que felicidad ver una cara conocida y la coincidencia de este encuentro. Más contentas que marrano estrenando lazo nos fuimos parloteando y recordando las travesura de nuestra juventud.

El tiempo no se sintió y ya estábamos por llegar a la ciudad, cuando de repente en una curva que vemos como se nos echa un carro blanco doble puerta encima.

Era una curva donde el que bajaba tenia que ir por su orilla, lo mismo que el que subía, pero no, el carro blanco nos cerro y era esquivarlo o irnos a estrellarnos contra el.

Pues el señor del trasteo lo esquivó y al hacer la maniobra se fue contra un barranco, el cual nos recibió y nos hizo volcar dejándonos ladeados y aprisionados sin poder salir.

Lo bueno es que ninguno perdió el sentido y el señor reaccionó rápido destrabando el cinturón que fue lo que nos protegió de salir volando como volador sin palo.

El salió y ayudó a su esposa a salir también y yo quede suspendida en el aire por el cinturón. La gente que pasaba se paró a tratar de ayudar, el señor me decía que saliera, que le diera la mano, pero yo no me podía mover, pues el cinturón no me dejaba y yo no era capaz de des amarrarme.

Por allá oía que la gente gritaba que se estaba regando la gasolina que saliéramos rápido de allí, pero yo estaba atascada, se me pasó como una película donde la gente queda atrapada en los accidentes y se incendia el carro y sin poder moverme.

Fue un momento de terror, pero el señor acató a entrar y zafar el cinturón, ayudándome a salir. Ya todos afuera, se presentó un señor que iba delante de nosotros que era el jefe delos bomberos y se apersonó del asunto.

Ahí mismo llamó a los bomberos, a la ambulancia y hasta la funeraria apareció, por si las moscas, y el mismos se encargó de todo lo referente a la rescatada del carro de la cuneta donde había caído.

Y la camioneta 4 por 4 se dio a la fuga, apenas vio que no había habido nada que lamentar y como cosa rara nadie le tomo las placas ni nada. Así que nos tocó esperar como 3 horas a que se craneraran la forma de sacar el carro sin que este sufriera muchas abolladuras.

Y así fue, lo voltiaron y lo único que se perdió fue la tanqueada que le acababa de hacer, pues toda la gasolina se perdió. Pero del resto lo que llevaba atrás , nada se movió siquiera de lo bien amarrado que iba.

Toda la novelería y el trancón que se formó, como siempre de película, pues no falta el morbo y los deseos de saber qué pasó y lo que no. Es lo que tiene los pueblos donde no pasa nada emocionante.

El carro siguió sirviendo como un valiente, aparte de sus heridas de guerra que siempre fueron algunos raspones a su pintura y los faroles de adelante y alguna lata levantada. Por lo demás, nos acabó de llevar hasta la casa.

De esta forma podemos contar el cuento y no estar lamentando alguna calamidad.

Definitivamente cuando no es el día, no lo es. El angelito sigue por ahí mirando a ver en dónde me meto para sacarme airosa.

Pero no todo es perfecto, siempre tuve una perdida, mi lector de libros se averió con la estrellada,. A parecer le dio un paro o algo, pues quedó la mitad sirviendo y la otra mitad, no. Así que de nuevo me duró poco la dicha de tener a mano miles de libros sin que me pesara cargarlos 🙁

Por Amparo Bonilla

Me considero una apasionada de la vida, soy alegre, optimista y siempre encuentro lo bueno de lo malo. Tengo una filosofía de vida que consiste en hacer lo que me gusta, cuando quiero hacerlo y sobre todo sonreír porque la vida serie es muy aburrida...

9 respuestas a «Una estrellada: Tremendo susto»

Amparo como dicen por ahí: cuando te toca ni que te quites, y cuando no te toca ni que te pongas, así te ha pasado a ti y a tus compañeros de viaje, menos mal que solo fue un mal sustó y terminó siendo una anécdota, pero tal como dices, el angelito sigue allí protegiéndote y protegiendo al que esté contigo. Saludos.

Hola Amparo! Vaya episodio que tu tuviste a Dios gracias no pasó a mayores y todo fue un susto que rabia por el otro conductor que les provocó el vuelco darse a la fuga sin ayudar ni nada pero bueno como escuchamos por ahí algún refrán «hay de todo en la viña del Señor»

Que pena por lo de tu lector de libro hay que conseguirse otro. Abrazos!

Bueno madre, tú eres una afortunada definitivamente y bueno, tienes un Angel que te quiere y cuida mucho, así que a seguir disfrutando de otra vida más y en cuanto al Kindle, son daños colaterales, a veces pasa y no queda otra que seguir adelante y ahorrar para comprar otro jajaja

Pero qué susto, ha de ser horrible que el primer choque sea así de aparatoso pero afortunadamente no pasó a más. Yo he estado en tres choques los cuales igual no pasó a más pero sí nuestro coche quedó bastante dañado, dos veces fue culpa de nosotros y una del otro coche 🙁

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