Este fin de semana fui a Cali por Emily, la quería traer para llevarla a la ciudad de hierro que estaba por pocos días en la ciudad, y me daba mucha ilusión que ella viera y montara en las atracciones que había para niños.
Llegué el sábado por la noche y al domingo me venia con ella para llegar a tiempo. Pues según la propaganda, el domingo era el ultimo día. Entonces en la mañana llame a mi sobrina que vive en Tulua por si quería venir con nosotras para que fuéramos a la rueda y ella me dijo que si que nos encontráramos en la terminal de Tulua, que ella quería ir también a la rueda con Emily.
Pues ahí mismo cambió de planes, a llamar mi cuñada que me había invitado a almorzar, porque si me iba para donde ella, me cogía la tarde para estar a tiempo y mas temprano en Tulua.
Llegué a la hora prevista y llamé a mi sobrina para decirle que ya estaba allí y ella me dijo que ya iba, que fuera mirando a qué horas salía el bus y que fuera comprando los tiquetes. Llegué a la taquilla y pregunté el horario y me dice la chica que en dos minutos salía el bus, pues no compre los tiquetes por que de pronto no alcanzaba a llegar en tan corto tiempo.
Entonces me quedé ahí esperando y el chofer me pregunta que si voy para Sevilla, le dije que si, pero que estaba esperando a mi sobrina que ya venia. ¿y por dónde viene? Me pregunta
– No sé, viene en taxi y no demora, pero no se cuanto.
– Bueno, el se subió al bus, pues ya se tenia que ir y empezó a remolinear, como esperando a ver si llegaba la otra pasajera, pues con nosotras dos completaba el pasaje y además, la platica le quedaba para él, me imagino.
Estando en esas en que se iba y se quedaba, que veo que llega mi sobrina y ahí mismo le hago señas al chófer que ahí mismo abre la puerta para que entre y yo cojo a Emily y me subo al bus. Seguida de mi sobrina que alcanzo a ver lo apresurada de la situación.
De una arranca el bus y nos vamos hablando de lo de buenas que estuvimos que todo haya salido melimetricamente, que si no nos hubiera tocado esperar una media hora o más hasta que saliera el siguiente bus.
Y entre una y otra cosa, ella me pregunta por la ropa de la niña y yo le digo que traía una maleta de ropa
«y en dónde esta, que no la veo,
«pues en la bode….ahi juemadre, no alcancé a echar la maleta en la bodega. Bruta, se me quedó la maleta.»
«Cómo así, dónde la dejo»
«pues allá en la terminal, donde estaba parada esperando que llegara y por el afán de salir a la carrera no me volví a acordar de la maleta.»
Pues fue a hablar con el chófer y a decirle que se me había olvidado la maleta.
«¿Ah una negra con rodachines?» ya llamo a ver si se encuentra donde la dejó.
Llamó y le dijeron que efectivamente había una maleta toda triste, sin dueño.
«Pues me hace el favor y me la mandan con el próximo bus que salga«. Listo, le dijo a mi sobrina, «siéntese tranquila que la maleta llegara después».
Todos los pasajeros descansaron por que se recuperó la maleta, mas chistoso todos tenían las antenas puestas al cuento.
Y me dice mi sobrina que yo soy muy de buenas. Todo lo recupero, lo bueno es que no había nada importante, solo la ropa de Emily y mi plastilina, dijo la niña. A ella solo le importaba que la plastilina se le podía embolatar.
Casi que nos toca renovarle el armario a Emily. Seguro los padres estarían felices con todo nuevo, pero como la suertuda soy yo y las cosas se arreglan a mi favor, pues solo fue un pequeño susto que no alcanzó a ser algo catastrófico.
Ya en Sevilla, llegamos a la casa a descargar la otra maleta, comer algo y volver a la terminal a esperar que llegara la descarriada que quiso viajar sola.
Foto: airport interior with flying airplane outside,chongqing china. Por ssguy
8 respuestas a «La maleta tirada… y triste»
!!Que aventura Amparo!!
De ser timida o vergonzosa no le habrias dicho nada al conductor y el autobus habria arrancado sin tu sobrina que es en la historia la mas importante.
La maleta tambien queria su protagonismo ja ja.
Al final todo quedo en una anecdota que contar y unas risas.
Me alegro
Un abrazo
Virginia
Hola Amparo! Encantada de saludarte de nuevo por aquí.
Ya queda menos para que llegue tu hija y su chico con sus maletas ¿no?
Lo importante siempre son las personas, lo demás siempre tiene solución. Y es verdad, como bien dices, que cada vez que no nos preocupamos en exceso, las cosas se arreglan con mucha más facilidad y sencillez.
Hola Amparo!
me alegro que todo tenga final feliz… Me acuerdo siempre de que cuando era niña me decían.. a quien no se mueve, no le pasa nada y nada tiene que contar.
Una divertida aventura
Un abrazo
Adriana
Que graciosa y divertida historia a mi me paso algo parecido viajando de mochila por Perú casi me quedo con lo puesto.
Besos
Definitivamente estas cosas solamente te pasan a ti. Vaya uno a ver si tiene la misma buena suerte, porque una cosa es clara, tu Angel te ama y te cuida en exceso. Eso está muy bien 🙂
Pues nada, me alegra que todo haya terminado genial para todos y que las cosas se solucionaron a favor hasta del conductor. Es que definitivamente quién vive en buena vibración siempre tendrá cosas buenas en la vida 🙂
Besos,
Que gracioso, aunque yo me hubiera muerto de la angustia por la maleta, es de mis peores miedos, que mi maleta se pierda pues todo lo que llevo siempre de viaje es de mis favoritos de ropa, maquillaje, todo!
Que bien que solo fue un susto. Una lección muy importante, por más prisas que tengamos siempre es bueno ir un poco despacio en la vida. A las personas con tanta luz como tú, el universo siempre esta a su favor.
Saludos.
Hola Amparo! Qué suerte la tuya!!! son esas situaciones que cuando se resuelven uno se pone tan feliz! Agradecer el final feliz!
Saludos
Nati