Como verdolaga en playa así estaba regado el señor que desyerba en las calles.
Hoy que salí a una misa, venia bajando de Puyana con mi hermana y una amiga, que vemos al señor desyerbando frente a una casa y que de pronto se pone a darle pata a la puerta, furioso y gritando que el estaba callado y empieza acoger piedras y a tirar contra la puerta. Un muchacho que estaba adentro, cerró y el señor este furibundo tirando piedras adiestro y siniestro.
Pues al ver esto que nos apresuramos a retirarnos del sitio del bombardeo no vaya a ser que nos encontremos con una piedra perdida, y ellas iban comentando que al señor este ni la policía le podía decir algo, pues era muy grosero.
Pero es que lo alborotan, el señor es todo calladito desyerbando los frentes de las casas para ganarse cualquier peso que le den por la labor realizada, y los muchachos pasan gritándole groserías que hace que el señor este revire como un escorpión y se lance contra ellos. El problema es que un día le dará a cualquier persona que pase en esos momentos.
Y ni se diga de la bilis que le da cada rato con las rabias que le hacen pasar, porque para reaccionar de la forma en que lo hace, es por que hierve de la ira, hasta un patatús le puede dar al señor este o por lo menos un dolor de cabeza si que no lo salva.
O al menos a mi la ira me hace dar dolor de cabeza y me doy cuenta por que no sufro de dolores. Por ejemplo en estos días que mi hijo no me abrió la puerta, por poquito y lo levanto a palos de la cama.
Hacia mucho tiempo que no sentía tanta ira, salí un momento a la calle y llevé la carterita donde mantengo las llaves y los documentos, no pensé demorarme mucho, pero me entretuve haciendo otras averiguaciones y cuando llegué a la casa, mi marido ya se había ido, cosa tan especial siempre se va a determinada hora y ese día le dio por irse más temprano.
Había un señor tocando la puerta para comprar algunas esencias, pues al verme se alegró de que no se iría con las manos vacías y yo pues contenta de poder vender, pero ¡oh sorpresa! al abrir la cartera no estaban las llaves, en esos días había venido de visita una sobrina y yo le había prestado una de las llaves y se me olvidó volverlas a meter en la cartera, siempre mantengo dos llaves, una en la cartera y otra colgada para cuando salgo al estadio o cuando no llevo la cartera. Sin embargo, todo se confabulo.
Entonces que me pongo a tocar la puerta, pues mi hijo siempre queda en la casa, aunque no le gusta abrirle la puerta a nadie, pero cuando soy yo, sí. Pues esta vez, por más que le toqué, lo llamé, hice ruido, nada que abría. Los vecinos se dieron cuenta del escándalo que estaba haciendo y el señor que estaba esperando para comprar se tuvo que ir, algo que me molestó mucho más.
Me tocó tratar de abrir por la puerta del otro negocio que se puede meter la mano y abrir un poco, pero tenía el pasador, para quitar el pasador tenia que meter la mano mas abajo y no me alcanzaba. Le pedí prestada una escoba a la vecina que estaba de mirona y uno de sus sobrinos me hizo el favor de meter la mano y quitar el pasador, pudiendo al fin abrir la puerta y dándole una clase a los ladrones de que cómo entrar a mi casa, cuando no les abramos.
Le agradecí a los vecino el favor prestado y que entró a al pieza de mi hijo y lo levanto a gritos, el pobre no entendía que había pasado, pues seguramente estaba fundido.
Yo no me reconocía de la ira que tenia, le dije una cantidad de cosas insultantes y el ni se defendió, pues al querer decir algo lo callé a gritos, me vio tan enojada que se levantó y ahí mismo se bañó, arregló y pal negocio, estuve un buen rato rumiando la rabia que sentía, tanto que hasta dolor de cabeza me dio.
Al percatarme de este hecho, traté de calmarme y mirar las cosas con cabeza fría.
Cuando vi al señor tan enojado, me dije que le podría dar un patatús en cualquier momento, pues coje muchos corajes todos los días, no hay día que los pelados no lo molesten.
Por eso es que yo trato de llevar todo con calma, pues se me sube la bilirrubina muy fácil y no vaya a ser que estire la pata en medio de una rabieta.
Tengo un recuerdo remoto de un señor que vivía en el barrio donde crecí. Una vez que un sobrino y mis hijos estaban jugando a la pelota, pequeños ellos, el señor este salió hecho una furia con un machete y lo rastrillo contra el suelo y les dijo que dejaran la bulla si no querían que él los callara.
Pues mi sobrino le dijo que se podía morir si quería, pero que ellos no estaba haciendo nada malo, pues al señor le dio tanta rabia que le dio un ataque y efectivamente colgó los guayos, por poco y ponen en problema a los chicos por este hecho, pero según parecía el señor sufría del corazón y no se podía alterar, algo que ellos no tenían por qué saber, mas que eran unos niños.
Así que a calmarse y a tomar las cosas con suavena y un pitillo.
Yo luego de desahogarme, me puse a ver los pro y los contra de la situación. La culpa fue mía por no fijarme en si llevaba las llaves, si no me abrían la puerta, pues hubiera aprovechado para ir de visita donde las amigas, pero en ese momento me dejé llenar de soberbia e hice y dije palabras que no debería haber dicho. La rabia no es buena consejera y se puede cometer muchos errores en un momento de ira.
Lo bueno es que no hubo consecuencias, la única que se enojó fui yo, pues mi hijo respeto mi molestia y dejó que me calmara sola sin cuestionarme y no se volvió a tocar el tema.
Como conclusión hay que aprender a manejar las emociones y sobre todo callar porque podemos hacer mucho daño a las personas que queremos en un momento de estos.
¿Cuándo fue la última vez que sentiste irá? ¿Qué hiciste?¿Sabes qué es una verdolaga?
11 respuestas a «Como verdolaga en playa»
¿¿Qué es una verdolaga?? Ahora mismo no recuerdo cuando fue la última vez que exploté de enfado, supongo que porque intento no llegar a ese extremo alejándome antes de que pase. Así evitamos el patatús! (otra palabra que hacía mucho que no leía! :)) Muy divertidas tus historias siempre Amparo.
La verdolaga es una planta que crece y se riega por todas partes, por lo tanto cuando nos salimos de los chiros, decimos que estamos mas regados que verdolaga en playa, dicho popular de mi pueblo.
Ainssss como me gusta este artículo Amparo.
Desde hace 5 años soy diseñadora de emociones ¿Qué es esto? Acompaño a personas a gestionar, transformar y elevar sus emociones (automáticas) no con estrategias sino simplemente siendo «su» espejo para que se vean mejor.
Además me he especializado en hombres, emprendedores o empresarios que quieren gestionar y transformarlas en el ámbito de los negocios pues si la ira es mala en lo profesional se multiplica por dos pues se puede llegar a perder mucho, muchísimo dinero.
No sé lo que es una verdolaga pero si sé lo que es la gozadera (jajaja) Mi próximo viaje para este 2018 es Cali y seguro que me explicas no sólo ésta sino muchas más palabras populares caleñas.
De momento, un abrazo desde España, Amparo. ¡A seguir gestionando y transformando tus emociones a tu gusto y a tu ritmo!
Hola Amparo!!
Si, la ira es mala consejera para acompañarla con las palabras. Y aún para sentirla. Pero es que hay veces que no se puede evitar.
Lo importante es tratar de trabajar en ella, y seguramente la vez siguiente se podrá manejar de una mejor manera.
Después de todo, si la cosa tiene solución para qué enojarse… No vale la pena, la vida es corta y hay que tratar de vivir lo más feliz posible. Saludos!
Gracias Ana, ojala nos podamos ver cuando vengas por estos lados y puedas conocer la verdolaga.
La ira nos puede hacer mucho daño a nosotros mismos y a otros si no nos sabemos contener. No recuerdo ningún incidente reciente pero sí me marcó una experiencia de niña con mi hermano. No recuerdo ni qué pasó exactamente, sólo que me dejé sacar tanto de quicio que le tiré una botella a la cabeza. Nos quedamos pasmados de la sorpresa mi hermano, mi madre y yo. Me fui corriendo a mi cuarto dónde estuve un buen rato temblando de la emoción y de la mala conciencia. Por suerte, desde entonces he aprendido a gestionar mejor mis emociones.
A mi me da por llorar cuando tengo una ira muy profunda que duele. No me acuerdo cuando fue la última vez, la verdad. Creo que fue un agarrón que tuve con mi mamá hace como 2 años con el tema del voto por el sí o el no para la consulta aquélla de los diálogos de paz en octubre. Me pegué una chillada que dije: ¡No más! Nada de discutir de política con la familia porque es para agarrones.
Claro que después he tenido muchas sacadas de piedra pero no han sido tan fuertes. Y es que yo soy «fosforito», me enciendo fácilmente. Algo que debo trabajar.
Me parece genial que sacaras una lección para ti misma sobre la rabia. Es tan bonito que más que una historia real podría ser también una fábula.
Respecto a los pros y contras… es cierto que cuando nos enfadamos no somos capaces de ver más allá de ese sentimiento, y no nos planteamos que quizás tengamos otras opciones, o podamos seguir otro camino.
A mi me ocurre, cuando algo no sale como quiero, simplemente no veo más allá, me enfado y punto, y es algo en lo que estoy trabajando, en buscar el lado positivo de todas las cosas, y moverme con el cambio y las dificultades 🙂
Pobre nene ¿cómo lo maltratas de esa manera? Definitivamente el recuerdo que tengo es que cuando te enojas hay que esconderse mejor porque el que habla pierde jajaja Ni modos toca aprender poco a poco a sobrellevar la rabia, la ira y todas esas emociones que hacen que no veamos las cosas con perspectiva. A todos nos pasa y toca aprender e ir cambiando según vayamos viviendo dichas experiencias que nos ponen al límite 🙂
La ira, una de las emociones que puede nublarnos tanto la mente. Desde hace un tiempo he decidió a ayudar las personas emocionales a gestionar sus emociones y hay momentos que no nos damos cuenta que podemos causar dolor a otros y al mismo tiempo a nosotros mismos.
Hace tiempo escribí un post sobre ira y hay muchos variantes como se puede expresar, lo malo es hacerlo de forma exagerada y tampoco es bueno evitar sentirla o tener miedo expresarla. hay que encontrar el equilibrio paso a paso y se puede aprender.
No conocía palabra verdolaga, es algo que aprendí nuevo.
Me encanta leerte Amparo y tu expresividad y naturalidad.
A veces nos cuesta gestionar bien las emociones y en esos momentos podemos decir cosas de las que luego nos arrepintamos. No es fácil pero es cuestión de práctica tomarnos las cosas de otra forma. Como tu dices hubieras podido aprovechar e ir a ver a tus amigas y disfrutar de un tiempo en su compañía…en fin, es cuestión de ver las cosas desde otro punto de vista