Estas gatas coquetas y juguetonas andan buscando suegros y por lo tanto seremos consuegros de los vecino que son los únicos que tienen gato, ya que los otros tiene una gatica, así que serán las rivales a pelearse ese macho que anda por los tejados, coqueteando con todas las que se le pongan en frente. Aunque está en remojo caramelo, el de la profe, que aun está pequeño, pero que seguro con lo callejero y mansito que es pronto estará detrás de las faldas de las gaticas de la cuadra.
Emparentando con los vecinos
En días pasados Luna se fue para donde los vecinos y les desfondo el techo, cayó dentro de la casa y se escondió de tal forma que no la encontrábamos, así pasó todo el día perdida hasta la medianoche que trasnochados porque cada que apagaban la luz, ella ñarreaba, la prendían y se callaba, así los tuvo un buen rato, hasta que decidieron levantarse y buscarla hasta dar con ella, sino no podrían dormir en toda la noche.
Pues la encontraron a la una de la madrugada, estuvo todo el día en su casa sin salir, escondida y aguantando hambre y sed la boba esa, y yo creyendo que estaba de luna de miel con el vecino, pero el gato no hizo aspavientos de nada, como que la quería tener ahí a su disposición en cualquier momento, pero primero la encontraron los suegros y hay mismo tocaron la puerta para entregarla.
Ella entró de una y en vez de saludar feliz de estar en la casa de nuevo, que va, brinco otra vez para donde ellos, pero como la puerta estaba cerrada, seguro le toco devolverse, yo al ver la ingratitud de la chandosa, me fui a dormir, no me iba a trasnochar esperando a ver si quería dormir en la casa o donde el gato con botas.
Al otro día estaba en la casa toda mansita y sin ganas de seguir brinconiando, al menos por un ratico, porque luego siguió en sus andadas en los techos, no sé que encantos tiene por allá porque eso baja toda revolcada y con telarañas prendidas de su pelaje.
El caso es que con el gato vecino no anda de parranda, pues este se fue hace días y no ha vuelto, quien sabe si estará encamado por ahí con una gata menos esquiva y dispuesta a darle gaticos.
Tocará esperar a ver cuando se aplacan de andar en los techos, debe ser que por allá la pasan muy bien así sea peleando con la gata vecina, que ayer le pego una revolcada, casi que desfondan el techo de la casa y como ella es más grande y fortachona, pues que la cogió y se apergollo encima de la otra pobre raquitica y no la dejaba mover, yo la espantaba y ella apenas me miraba como diciéndome venga hasta aquí si es tan guapa, pero como subir a los techos no es mi fuerte, pues solo le pude hacer bulla desde abajo a ver si soltaba a mi gata.
Y parece que surtió efecto, pues al menor descuido se le escurrió y paticas pa que las quiero, se desapareció un buen rato, pero como la otra no es nada boba, se hizo a la entrada por donde se meten y allí se quedo esperando que la otra quisiera bajar, pues ahí se quedaron hasta bien entrada la noche, al fin que la de aquí tiene la paciencia de job para esperar, cuando la otra bajó, ella al rato también lo hizo, cuando no vio peligro de encontrarla en el camino, seguro no quería otra samarriada.
Y por más que se le ha tapado los huecos por donde se sube, siempre encuentra la forma de seguirse encaramando, al menos esperamos que la otra gata no se pueda subir, porque estas dos juntas si pueden armar un zafarrancho que puede terminar con el techo del negocio y ahí quedamos pailas.
2 respuestas a «Emparentando con los vecinos»
Los gatos sin castrar pueden volverte loca con sus amoríos
Estás están operadas, qué tal que no, ya tendría más de un nieto gatuno 😀