Apadrinados es una nueva modalidad para los niños deportistas sin grandes recursos. Esta semana que hubo un torneo en Bogotá, los niños iban apadrinados y ¿Eso qué es y con qué se come? algo que los padres no entendían como funcionaba y por no saber se perdieron la oportunidad de que sus hijos la pasaran de pelos. Pues los pocos que fuimos la pasamos como nunca, ya que nos trataron a cuerpo de Rey.
Se trata de un convenio que hace el entrenador de determinada ciudad con los padres de familia que tengan sus hijos en el balonmano, cada uno se hace cargo de uno o dos de los niños que lleguen de otra parte y los apadrinan desde el momento en que llegan hasta que se van, con comida, dormida y si quieren llevarlos a conocer y a pasear, también puede ser y mucho más agradable para ellos.
En esta ocasión y como era una novedad, el director de la escuela se encargo de meterle miedo a los padres de familia y a ultimo momento quisieron suspender el viaje, pero el organizador de la otra ciudad no le gustó esta medida y llamó a la liga a quejarse de la poca seriedad del entrenador y a él le llamaron la atención y que si no cumplía con este compromiso, podría ser suspendido de su trabajo.
Lo pusieron entre la espada y la pared, por lo tanto le tocó viajar con unos pocos niños que sus padres se arriesgaron a confiar en él y permitieron que 7 pequeños viajaran. Ni siquiera un equipo completo, solo por cumplir y quedar menos mal. En el torneo les tocó jugar mixto y todos los partidos con los mismos niños. Algo que les sirvió mucho a pesar de que solo ganaron un partido, había un equipo tan flojo como ellos y se pudieron lucir un poquito. De resto fue una goleada tras goleada, pero en cada partido ganaban en experiencia y aprendían cositas varias. Un poco más de entrenamiento y vuelan.
Me pareció mucha gracia que con tan poco tiempo entrenando se metieran de lleno a competir con estos chicos que ya llevaban años de practicas, pero así es que se forman y le pierden el miedo a la pelota.
Ellos estaban felices, no les importaba que los llenaran de goles, al fin que era su primer enfrentamiento con otros equipos y lo hicieron lo mejor que pudieron. Dejando todo en la cancha.
En la premiación les dieron una medalla por el solo hecho de asistir a este torneo, algo que los llenó de alegría y de orgullo. Pues llegaron a su escuela con una medalla. Los otros niños y los padres de familia se quedaron con el remordimiento de no haberlos dejado asistir a sus pequeños. Igual que la directora, no sabia donde poner la cara, luego de la embarrada que hizo, por ponerse a hablar sin saber. Esto les servirá de experiencia a todos y ahora están que no saben donde poner al entrenador y que para próximos viajes cuenten con ellos incondicionalmente. Por lentos, los próximos serán más cariñosos, pues no siempre se puede conseguir apadrinamientos.
