Hace varios meses se fue la amiga del parqués, con la que jugaba en las noches, y el reguero de cuentos que hay de ella es mucho. Ya saben, a la gente le gusta hacer leña del árbol caído. Sin embargo, como cosa rara nunca me doy cuenta de nada y algunas de las amigas que nos reuníamos allá me han puesto al corriente de cosas que ni idea y al mismo tiempo tratan de sacarme información, a ver si yo sé algo que ellas no ¡Jum! les sale el tiro por la culata, por que yo no soy informativa, mas lleve y trae hasta el momento, no.
Por lo tanto conmigo se quedan en ayunas a pesar de que me tratan de decir que ella decía cosas sobre mi. Bueno, seguro son cosas que yo le conté, al fin que lo que diga no será nada del otro mundo, no me mortifica. Pero ellas si están muy ardidas y dicen que ya con ellas que ni cuente si regresa al pueblo. Pues ahí si ni idea, conmigo se limitaba a jugar y a reírse si algo decía de alguien no me interesa repetirlo y hacer más grande el chisme.
El tiempo que fui su compañera de juegos, fue muy agradable, por lo tanto nada que decir y si dijo algo de mi, pues seguramente yo le di el poder de hablar, si no queremos que algo se sepa, no lo digamos, de lo contrario todo lo que se diga, será usado en tu contra y si al decir algo, dicen mentiras, pues ahí si son chismes y al chisme toca correrle como a las plagas.
Siempre he sido una convencida de no decir algo si no se puede comprobar, pues por eso es que se forma el corre y lleve, por lo tanto conmigo se topan con el muro de la ignorancia. Nunca sé nada de nadie y si sé tampoco lo digo, mucho menos sino me consta lo que voy a decir, un poco complicado vivir así, cuando el chisme es lo que manda la parada en todas partes, pero cuando la gente es la que sabe cosas, yo las dejo que hablen, igual la vida de los demás poco me interesa, a no ser que sea algo grave, del resto que dicen, como que dicen… paso.