En estos días vi a una persona que hace muchos años no veía. De todas maneras ni la habría reconocido pues cuando la conocí era súper gorda y de una cara redonda y bonita, es esta ocasión ni cara tenía ( es decir, sí tiene pero nada que ver con la gordita simpática que recordaba) de lo flaca que estaba no quedó nada, ni el marido, pues al parecer también lo cambio para que no le quedaran recuerdos del pasado, aunque le quedó una hija que es el vivo retrato de ella cuando era la gorda bella, si no fuera por que había pasado tantos años, la hubiera confundido sin problemas con la chica que vi y que resultó ser su hija, o sea que la joven sufrirá la misma metamorfosis de su madre.
Estos cambios extremos no son de mi gusto, pues cambiar de gorda a flaca en un parpadeo, es algo que no se debería desear ni a su peor enemigo. Según cuenta ella misma, eso de dejar de comer abundante para comer como pajarito es para machos no para muchos y algunos han quedado en el camino.
Empezando por la descolgadera que queda, eso quedan todos los cueros colgados y arrugados que da es pena mostrarlos, a no ser que también hagan cambios extremos y vayan remendando lo que se va descolgando. Me imagino que luego de la operación toca pasar por latoneria y pintura, sino nada se ganan con quedar flacos escuálidos y arrugados .
Creo que lo mejor para bajar de peso sin arriesgar el esqueleto en el intento es comer sano y hacer ejercicio, porque tampoco el ejercicio sirve de mucho sino se ayuda con una buena alimentación, dejando de lado las harinas, los fritos, el azúcar… Soy una convencida de que para hacer dieta no se necesita aguantar hambre, al contrario se come hasta más y rico. Otra cosa es que el bolsillo aguante, pues no me olvido que ya hice un post donde hablaba de las dietas extremas y que por muy barato que digan que son las verduras y las frutas, no es lo usual en la canasta familiar con los míseros centavos que se poseen para hacer mercado la mayoría del pueblo. Por lo tanto toca comprar lo que consuma toda la familia, que por lo regular son bien numerosas, así que toca comer de lo que haya, no lo que convendría para la figura de la reina de la casa, por lo tanto las reinas son bien voluminosas, pero felices.
He visto algunas personas que se hacen operaciones o algunas cosas más para adelgazar y los primeros días si se ven bien barbis, pero al poco tiempo están otra vez bien infladas, sino se sigue un régimen estricto como lo indican los que hacen estas carnicerías, no se gana nada, la platica se pierde y en el peor de los casos a la huesuda le toca un esqueleto sin gracia.
