La noticia hoy por la tarde de que el profe de los atletas había estirado la pata, me cayó un poco mal, pues apenas el viernes pasado habíamos comentado que ya estaba muy repatriasado. Como cosa rara en mí y que culpa que me hagan caso tan rápido, hablamos de lo mal que se veía, pues ya iba al estadio y se quedaba sentado sin alientos de nada, si acaso de regañar a los muchachos, le quedaba un poco de ánimo, del resto ya se le veía con cara de más allá que de acá, y no nos equivocamos, la pelona se le veía por encima, pero tampoco para que se fuera tan ligero, había podido aguantar un poquito más. Pero viéndolo bien, hasta mejor para él que se fue así rápido, pues me imagino que vivía más solo que la una, su única compañía era un perro, así que si se enfermaba ni una mano amiga que le llevara un remedio, por lo tanto le fue hasta bien.
Me imagino que el estadio ahora será muy diferente, pues era el que controlaba que se lo pusieran de ruana, ahora sin su vozarrón me imagino que para muchos será un descanso, menos para el perrito que hoy estaba triste y decaído, como que sabe que ya no tendrá dueño que le ladre, aunque ahora que lo ven huérfano más de uno se le ha acercado a darle sus condolencia hasta hablan de adoptarlo, aunque es un perrito de la calle que le gusta vivir libre, el profe solo le daba comida y él agradecido lo seguía para todas partes, pero siempre conservando su libertad.
Los muchachos han seguido su entreno, me imagino que con más ganas y recordando los consejos del profe que quería que salieran adelante y ganaran todas las competencias, una forma de honrarle la memoria será seguir sin desfallecer y dar gracias de que la huesuda se lo llevó sin hacerlo sufrir mucho, como se lo merecía, y para no defraudarlo el domingo pasado ganaron en varias categorías, las mujeres, en la carrera de la mujer que hubo en Cali, Berta Oliva a pesar de saber de su deceso corrió, ganó y luego les dijo lo sucedido.
A mi particularmente me hará falta verlo y oír su voz, la cual me parece escuchar diciéndonos «les hace falta 20 vueltas» o cuando nos echaba flores, había días que amanecía muy inspirado y nos decía lo bonito que estaba el día y como nos sentaba de bien el ejercicio, a veces se iba con nosotras y nos contaba cosas, sabía mucho de todo, le gustaba hablar de política y de lo mal que le caían los gobernantes que estaban en estos momentos, creo que se fue antes de que repitamos, seguro ahí le daría el patatús peor.
Y a pesar de que a muchos les parecía muy estricto y hasta grosero con sus alumnos, creo que era su forma de hacerlos entrar en cintura, pues ya se sabe que con estos chicos de hoy día no se puede andar con melindres, y al parecer todos lo conocían de esa manera que no se enfadaban con él y le seguían el ritmo, mucho que agradecerle queda, pocas son las palabras para una persona que en vida hizo tanto por los muchachos del pueblo.