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Cosas que pasan

El príncipe se convirtió en sapo

Este chico ya ha mojado página conmigo. Lo he ensalzado como el último romántico del planeta, como también ha quedado como un zapato mal lustrado. Pero anoche fue la tapa, llegamos  a la viejoteca y él ya estaba con su  nueva adquisición, su novia, conocida mía. Al entrar la saludé, él nunca me ha saludado, apenas me habrá mirado en una viejoteca, cuando era novio de otra amiga mía, esa primera vez vi que se  me quedó mirando más de la cuenta, al ver que yo saludaba a su novia, se hizo el disimulado, pero igual tampoco me saludo ni nada. Todo antipático, llegué a pensar que le caía mal.

Se convirtió en sapo...

Las cosas quedaron así, nunca más lo volví a ver ni a encontrarme en ninguna parte, por  mi amiga me dí cuenta de que terminaron y que rapidito le puso reemplazo, pero que a pesar de tener novia, aún la sigue llamando y le dice que es la única  mujer que ha amado. Son de los que quieren tener torta y pedazo bajo el brazo, pero ella si quedó bien desilusionada de él, por mal geniado y otras cositas mas y dice que por nada del mundo volvería con él, mucho menos sabiéndolo con otra.

Entonces anoche que lo veo todo acaramelado con su novia, besito va besito viene, le comento  a mi marido, «ve parece que estos dos están bien enamorados, al menos ella y él se deja querer, lo que no pasaba con la otra amiga, ahí si no veía empatía romántica». Según mis especulaciones.

En una de esas en que la novia va al baño y yo estoy sola en la mesa, me invita a bailar, se me hace raro, pero como no me gusta dejar a nadie plantado, pues salgo a bailar con él y en medio de tartamudeos que casi ni le entendía, me pedía disculpas, no sé por que y que le parecía muy linda y que no sabía cuanto le gustaba. Me quedé de una piesa, vea pues pensé otro que tiene buen gusto, eso si pa que, no se le puede negar los méritos. Pero que se cae del pedestal donde lo estaba montando con su novia, como así con una chica bonita y joven y mirando a ver con quien coquetear. No hay derecho, entonces qué es suficiente para estos tumbalocas, nada los llena.

Rapidito pasó de príncipe a sapo estripado, difícil darle un beso para que vuelva su esplendor, pues la única que lo besa será la tonta hermosa que tiene al lado y que le aguanta todas sus pataletas, porque entre otras cosas anoche estaba sacando el cobre con ella, pelearon varias veces y ella se enojaba y él la trataba de contentar, como ya estaba chispiado, debe ser de esos que no aguantan mucho el trago y que dan lora y se creen los muñecos de vitrina. Que perecita estos tipos, no los soporto, me caen al hígado.

Por Amparo Bonilla

Me considero una apasionada de la vida, soy alegre, optimista y siempre encuentro lo bueno de lo malo. Tengo una filosofía de vida que consiste en hacer lo que me gusta, cuando quiero hacerlo y sobre todo sonreír porque la vida serie es muy aburrida...

2 respuestas a «El príncipe se convirtió en sapo»

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