Los domingos unos amigos me invitan a jugar parqués con ellos en las tarde. Al parecer todos los domingos y festivos se entretienen de esta forma y como saben que a mi me gusta el juego, pues me invitaron. En estos días fui y la pasamos muy bien, el fin de semana pasado fui a reunirme con ellos otra vez, cuando iban de salida, iban a jugar bingo donde los bomberos para una causa del hospital y me invitaron. Como estaba ocupada haciendo nada, pues que me fui con ellos.
Jugaron 4 premios uno de 100.000, dos de 150.000 y el último de 200.000. Los tres primeros se los ganaron solos y el últimos se lo ganaron entre tres personas. Más de malas. Pues era más plata, pero les quedó menos, en todas me quedaron falta dos y tres fichas. No era mi día de la buena suerte.
No es mi idea de pasar una tarde, si al menos fuera bailable, se haría más llevadera la espera entre bingo y bingo, ya que siempre se demoran 20 minutos o media hora, para que la gente les gaste en la tienda, compren las empanaditas, los chorizos y toda clase de mecato.
Mucha gente si fue. Niños pequeños en coches llorando, otros correteando por todas partes, creo que a estas cosas se debería ir sin chinos, pero como es algo familiar pues no falta sino que lleven al perro y al gato. La verdad no es parche para mi. Por una vez está bien, pero para cogerlo de destrabe muy seguido, como que no, gracias. Aunque no la pase mal, pero hay formas de pasarla mejor.