Hablando con algunas amigas que manejan dinero, tienen forma de recibir de sus negocios plata y se quejan de que andan apretadas. ¡Jum! les dije yo, !qué tal que ustedes vivieran con mi plata, estarían medio locas!. Como no tengo dinero, por eso será que no tengo problemas.

La otra, que se le varó el carro, que no ha podido alquilar las casas. No, las pobres viejiecitas sin nadita de dónde ver dinero. No me río, porque es grave, para ellas, más que ya están acostumbradas a un estilo de vida donde no viven con bicocas.
Pero a veces creo que el dinero en vez de dar felicidad, como que los que lo tienen viven más preocupados. No sólo de cómo gastarlo sino de que no se les acabe. Que tema más complicado ese si le queda como anillo al dedo el disco ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio. Lo único que tengo claro en la vida es que si algún día tengo dinero es por que me caiga del cielo, porque trabajando honradamente ya es difícil conseguir algo. No es como antes que la gente ponía algún negocio y daba, ya no da sino problemas, por lo tanto seguiré por este mundo viviendo del aire, mientras me gano el baloto, por ejemplo ahí si no me verán ni el polvo. Si pelada ni mantengo casi en la casa, con dinero no me verán ni en la vuelta de la esquina, por eso será que no me dan dinero, con tan malas intenciones que mantengo.
Pero igual pienso que si el tener dinero me va a quitar la tranquilidad que ahora poseo, prefiero no saber que es tenerlo. A no ser que lo use solo para despilfarrarlo dándole la vuelta al mundo, comprando lo que me apetezca y algunos gusticos por ahí. !Soñar no cuesta nada¡