
Me fui caminando por la ciudad, fui a puyana donde hay unas lomitas que lo dejan a uno con la lengua afuera. Subí por la avenida y llegue al estadio, entré y en ese momento pasaba otra amiga, sola, pues la compañera tampoco le fue hoy, entonces nos fuimos conversando y quedamos en que seguiría pasando por mi en las mañanas. Fue de lo más sencillo conseguir reemplazo, claro que no es lo mismo, pues con la otra es como más agradable andar, pero bueno será cuestión de acostumbrarse.
Y como anda deprimida, la soledad en que vive es mortal, pues la invite para que fuera a jugar parques con nosotras, a ver si así no se siente tan sola. Porque eso para jugar tengo más de una invitación, conmigo no se aburre fácil.
Por lo tanto conseguí nueva compañera de juegos y de caminata.