Me contó una amiga la tumbada tan berraca que le iban a hacer en la inmobiliaria del pueblo. Que no sé ni donde queda ni quienes son los dueños. Hasta amigos serán. Cosa que dudo, pero bueno…
Hace días tenía para arrendar los bajos de su casa. Como piensa viajar en estos días le parecía mejor dejar a la inmobiliaria encargada de su casa, para ella estar tranquila. Cuando me lo contó le dije que porque mejor ella misma no se encargaba de eso, que dejar terceros era como más complicado. «Que no«, me dijo, «pues ellos se encargaban de lidiar con los inquilinos, si dañaban algo, si se iban a ir sin pagar servicios». En fin que ellos se encargaban de dejarle la casa, tal como la reciben. ¡Jum! «Bueno, si usted lo dice». Le dije sin estar muy convencida de sus argumentos.
Deje dos días sin ir, y anoche ya había gente en la casa. La estaban ocupando. Entonces le dije: «ve por fin la arrendó, que bien». «sí, pero si viera la que me pensaba hacer los de la inmobiliaria», «cuente a ver qué paso». «Pues resulta que esta semana vino una señora interesada en la casa. La vio y le gusto y me dijo que me iba a pagar 6 meses adelantados. Pues a ellos les gustaba pagar adelantado hasta un año.» Pues cual no seria la alegría de ella, al ver que podría solucionar sus problemas económicos más inmediatos.
Pues la señora esta se fue para la inmobiliaria y les pagó 5 meses adelantados y los 300.000 que pedían de depósito, luego fue donde mi amiga y le dijo que ya haba pagado. L mostró el recibo y que pronto ocuparía la casa. Entonces delante de ella llamó a la inmobiliaria para decirles que si querían podía ir a firmar papeles ese mismo día pues al día siguiente debía de viajar. De la inmobiliaria le contestaron que no se preocupara, que después firmaban que la señora ya les había llevado la plata de un mes. «¿De un mes?» «Sí del mes de noviembre, empieza desde el primero», «ah de un mes«. Repetía ella, a ver si se retractaba y decía algo más. Pues la señora apenas hacia musarañas con el recibo en la mano y al oír lo que la otra decía, que ella apenas había pagado un mes pues dijo que ya no quería hacer negocios así, pues veía que les querían dar en la cabeza. De inmediato se fue directamente a la inmobiliaria y les dijo que ya no quería tomar la casa y que por favor le devolvieran el dinero,. La señora de la inmobiliaria le dijo que al día siguiente, pues el dinero se lo había llevado a la dueña y que ella había viajado. Estaban más cogidos en la mentira, que no sé porque no la desenmascararon de una. Seguro por no poner en peligro su platica, pues si eran capaces de enredarlos así, ni se imaginan que alcances pueden tener.
El caso es que los nuevos inquilinos no fueron por la inmobiliaria. La dueña se la alquilo a unos amigos. Allá todavía están sanos y creyendo que la casa está desocupada. Apenas llamen por algo les van a sacar los chiritos al sol por indelicados. Hasta demandarlos deberían por daños y perjuicios y por dárselas de avispados se perdieron una buena platica y a una cliente.