En estos días una de las cuñadas ha estado algo enferma y la he estado llamando para averiguar como sigue. Hoy no fue la excepción, y me contesto que estaba muy bien, ¡Ah!, le pregunte: ¿entonces ya se alivió del totazo?
¿Cuál totazo? no me he pegado ningún totazo, me dice. No podía de la risa, era simplemente para decir que si se alivio del todo. Cuando cayó en cuenta no podía de la risa y mi marido por aqui que se la pilló también era a las carcajadas, pero es que como se le ocurre preguntarle así de totazo, jajajaja.
Y ese fue el chiste para toda la mañana. «No se vaya a mojar del totazo», «no abra la puerta del totazo», y ya todo era el totazo, para eso que le sacamos pelos a una calavera.
Pero nada como el totazo que se dieron dos motos hoy en la mañana. Ni cuenta me dí, a pesar de lo duro que debió sonar, sino es porque me asomo a la ventana ni me hubiera enterado. El caso es que parece ser que uno se tragó el pare y llegó el otro y se lo llevó, pero quedaron las dos motos ahí tiradas, no sé como no les pasó nada a los ocupantes, pues al rato después de que llegara la policia, los de transito, todos saliero en sus motos, como si nada. Más fue la bulla y el alboroto.
2 respuestas a «El totazo»
O sea que no fue tan duro el totazo para los de las motos! De buenas!!! jajajaja
No, nada, menos mal para ellos.