En estos tiempos modernos todo lo quieren arreglar con el psicólogo. A los niños no se les puede traumatizar hablándoles duro, ni darles una palmada, reprenderlos no es debido, porque quedan de psicologo, parece ser que lo que les falta a la nueva generación es presentar les el psicologo antiguo, el que nos mostraban en la casa y nos perseguían con él y hasta que no se tuviera una comunicación íntima con la correa no nos dejaban tranquilos.
Creo que a los chicos les falta un poquito de fuete. Todos los antiguitos fuimos criados con mucho amor por la correa y no creo que eso nos haya traumatizado. Al contrario, ayudaba a evitar que se descarriaran e hicieran las cosas que luego son un quebradero de cabeza pero que nos toca aguantar por el solo hecho de que los pobrecitos no queden locos de atar.
Algunos niños son tranquilitos y hacen las cosas bien, pero hay otros que piden psicologo a gritos, el caso es dárselo a conocer a tiempo, no cuando ya no lo reconocen y lo rechazan por ser perjudicial.
2 respuestas a «El psicólogo»
Hola compañera, llego aqui desde el foro de literatura y como soy psicólogo no he podido resistir la tentación de dejar un comentario.
Si encuentras a un psicólogo que te diga que no se puede regañar a un niño huye de él porque como profesional no creo que sea muy bueno. Los niños necesitan límites y regañinas. Otra cosa es cómo se dan esas regañinas (que a veces veo a padres con reacciones absolutamente desproporcionadas) aunque se castigue al niño, siempre debería hacerse con amor, nunca desde la ira o (en los casos más extremos) el odio. Y siempre debe ser proporcional a la equivocación cometida por el niño/a.
Hola Josep, gracías por pasarte por aqui y estoy de acuerdo contigo.