Ayer que salí donde mi hermano, de venida un poco de noche, estaban las calles como solas y un poquitín oscuras, las bombillas andan como fundidas o alumbran muy poco, el caso es que yo venía caminando sola, cuando en una cantina salieron unos tipos alegando y que ya se iban alas manos, entonces para no pasar por enfrente de ellos, pues le te tengo culitis a las discusiones, me fui por otra calle.
Estaban como el pueblo fantasma a esa hora y un señor venía detrás de mi, me dio la impresión de que me decía cosas, pero apure el paso di la vuelta por una calle más sola aún, pensando que si este señor no venia detrás de mí, seguiría de largo, pues resulta que no, él también voltio y ahí si que se me puso el corazón a mil y paticas pa que las quiero, alargue el paso y miraba de soslayo sin mirar hacia atrás, para que el señor este no se diera cuenta que iba de huida de él, pero me daba cuenta que él también aligeraba el paso a medida que yo andaba rápido, en esos momentos me monté en la película donde amanecen las señoras violadas, descuartizadas tiradas en cualquier solar. Para colmo ese trecho por donde me metí era un solar que da a la quebrada, peor aún.
Pues apenas llegue a la esquina de la amiga donde voy a jugar que corrí ese pequeño trecho que me pareció una eternidad y llegué a las rejas, me metí ahí y me pegue del timbre, para que me abrieran rápido, antes de que este señor pasara por ahí.
Pues que casi que no me abren y el señor alcanzó a pasar y ni miro para donde yo estaba. El caso es que tenía el corazón en la mano del susto que me pegue infundadamente, al parecer.
Lo raro es que les dije que un señor venia detrás de mi y se asomaron y no vieron a nadie, y era una calle siempre larguita como para que se esfumara así de rápido, pues o iba muy rápido o no se, el caso es que yo sí lo vi.
Le conté a mi marido y él dice que seguro me venía acompañando, jum pero esas compañías prefiero no verlas, que solita ando mejor.
3 respuestas a «Delirios de persecución»
Con esas cosas es mejor pecar de «delirios de persecución» a no hacer nada y que te pase algo porque eres demasiado confiada. El hombre pudo pasar notar donde estabas sin mirarte y después arrancar a correr perfectamente.
Yo en Colombia también llegué a sentir eso en Cali, Bogota y hasta en Sevilla y lo que hacía era como cuando sientes que hay un fantasma, encararlo mirar hacia atrás, fijar tu mirada en la persona (como si lo estuvieras memorizando y apretar el paso) ¿por qué mirarlo? porque así él sabe que lo has visto y esa gente es muy cobarde, solo le gusta agarrar a mujeres desprevenidas que luego no puedan reconocerlos por el miedo… Al mirarlo (sin dejar de caminar) le dices: «no tengo miedo y se que estas ahí, si me agarras te doy guerra» y eso es lo que debes pensar, no ser una sumisa ni por el putas 🙂
Besos…
No se me ocurrio mirar de frente al señor este, sólo lo miraba de mediolado y veía como apuraba el paso también, claro que si me llegan a agarrar no es factible que no me defienda, se me sube la bilirrubina y salta mierda al zarzo, pero lo mejor es no tener estas experiencioas cuerpo a cuerpo, nunca se sabe quien saldrá perdiendo.
Qué susto Amparo! Ten más cuidado, últimamente pasan cosas locas y es mejor prevenir que lamentar 😉