El sábado que estuvimos en viejoteca, estaba todo normal. La misma gente, los mismos con las mismas. Todos felices y contentos, hubo rifas a montón, pero no nos ganamos ni una loca para sacarla a pasear. Un señor que hacia años no visitaba el pueblito estaba loco de la felicidad y eso hacia una rifa detrás de otra de canecas de aguardiente y hablaba por el micrófono, saludando a todo el mundo. Más feliz que niño estrenando juguete, contento de ver a muchas persona que hacia añiles no veía. En fin, eso nos contó la historia de su vida en pocas palabras y entre canción y canción.
Luego dos personas asistentes montaron un show para todos, con una canción de pimpinela. Me encantan estos dos y para hacer espectáculo son geniales, así que ellos montaron la de «a esa».
Pero no fue sino para carcajadas al ver a estos dos viejitos representando la canción, de como la señora le hablaba y él le respondía, manoteaban y ella hasta los chiritos se los tiraba al suelo. Fue todo un espectáculo y al acabar ellos su show, que se sube el señor este a hablar bellezas de ellos y hasta medallas les quería poner. Si por él fuera los hubiera sacado a vivir juiciosos, todo un espectáculo con presentador a bordo, la pasamos regio.