Y siempre se murió

Hoy estaban con la noticia de que un vecino se había muerto, ni enterada estaba que al señor éste le había dado un infarto y lo habían trasladado para otra ciudad. Fui a comprar leche como a las 3 o 4 de la tarde y la vecina me dio la noticia que el señor que vendía cremas se había muerto, según ella y lo que le había contado otro vecino, pero que al fin todavía no. Que pena que ella ya lo había matado, me contó, ah, ni se preocupe le dije yo, es normal que matemos a la gente antes de tiempo, al fin que si no se murió ahora, seguro en el hospital lo rematan y sino pues “no estaba muerto, andaba de parranda”. Tocará esperar a ver que pasa, al fin que hace unos días también me dieron una noticia que habían matado a un vecino y nada, falsa alarma, luego se veía tan campante, así que hasta que no veamos el fiambre, no se está seguros de nada.

Yo me fui para la casa con la idea de que el señor estaba vivo, cuando llega mi marido con el mismo cuento que le contaron que este señor se había muerto como a la 1 de la tarde, no que va a estar muerto, si a la 4 que fui por la leche dizque estaba vivo, le dije yo. Pues muy raro porque el amigo que me dijo lo oyó perifonear para las exequias en la funeraria, me dice él. Que va aquí matan a los vivos, no creo. Termine diciendo. Pero me dice: ahora que salga averiguo a ver si es cierto, pues si, le dije, es mejor asegurarse, porque otro que no este bien muerto no quiero decir que está.

Al rato llego y me dijo que si efectivamente el vecino se había ido a vender cremas con este calor al cielo, pues según parece las ventas aquí estaban muy malas y las preocupaciones le adelantaron el pasaporte para el otro lado. Al menos otro que se murió por que le dio la gana y no porque le dieran un empujoncito, se fue sin pena ni gloria, ni sufrió ni puso a sufrí a nadie, así da gusto irse.