Hoy una amiga se acerco a saludarme en la calle y estábamos ahí hablando cuando pasan dos amigas, madre e hija, yo ni había reparado en ellas cuando me dice la amiga, mira como caminan iguales y se les ve el trasero igual. Que risa si, era verdad, las dos igualitas en el caminado y las piernas iguales, se veía hasta chistoso.
Y así como ellas, las hay que se parecen en alguna parte de su fisionomía. En la televisión pasaron a dos y la cara era idénticas, casi ni se diferenciaban los años, a veces estas semejanzas son beneficiosas para los yernos, pues así se pueden dar una idea de como serán dentro de unos años las chicas de ahora, verán el reflejo y podrán decidir si les gusta así o no, aunque no siempre sea un patrón a seguir, pero para una idea sirve, mientras que no se queden con la suegra.
Eso me hizo acordar de las mascotas. No somos tan diferentes, igual las personas de tanto convivir dicen que a la larga se terminan pareciendose también.