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Cosas que pasan

Todavía no entiendo

Me pongo a pensar y aún no entiendo como hice para darle la vuelta a una cuadra en estos días que estuve en Bogotá. Me fui a hacerme arreglar las uñas en la parte de abajo del hotel donde nos estábamos hospedando. Al menos eso fue lo que dije y con la intención que iba. Pero me resultó muy cariñoso el arreglo para solo maquillarlas sin decoración ni nada, todo simple. Entonces decidí mejor ir a comprar el removedor, el esmalte, algodón, la lima, para yo misma arreglármelas. Pero cosa rara en una farmacia que había cerca no tenían nada de estos «implementos», entonces seguí preguntando, entré a una tiendita y tenían limas pero de lo otro nada tampoco. «ah que cosa, como es que no hay nada y ni un salón donde arreglen uñas por aquí?» Entonces alguien me dijo que en la esquina había uno, yo fui, me pareció más módico y con decorada, entonces decidí hacérmelas arreglar allí.
Llegué a las 11, les pregunté que si a las 12 ya habrían terminado, me dijeron que sí. Entonces me tranquilice porque no tenia celular y como se supone que iba a estar «ahí nomás», si me buscaban se preocuparían.
Me las arreglaron entre dos chicas y alas 12:15 ya estaba lista, conversando con las chicas de ahí, conocían la señora donde me estaba hospedando, el hotel era muy conocido por esos lados, «que bueno pensé yo«, por si acaso ellas saben para donde voy.
Salí de allí y tome el mismo camino que hice al llegar, pero de pronto me vi en una calle sola y blanca, donde había solo casas enrejada y ni un alma para preguntarle algo. Me sentí más perdida que el pobre angelito en Nueva York, miraba para todos lados y no se me hacia conocido nada. ¿pero que es esto, en qué momento las calles se trocaron y vine a dar a estos lados tan raros y encima sin dirección, teléfono nada?, estaba fuera de órbita, la otra era regresa al salón donde me arreglaron las uñas, pero ya también se me había perdido el rumbo. Que susto, no hacía sino pensar en los que me estaban esperando y que se hubieran dado cuenta de que no estaba en donde había dicho, que pena con ellos.
Seguí andando pensando que en algún momento alguien tendría que aparecer para preguntarle para donde cogía. Tenía de referencia una clínica, seguro cualquiera la conocía, pues pasó una muchacha que andaba más despistada que yo y me dijo que por ahí cerca no había clínicas. «jum, entonces»… Seguí caminandito cuando aparece un celador en su bicicleta y le pregunté a él y me dijo que cuadras más abajo había visto una, pues caminé como tres cuadras y ahí veo la avenida y al frente la clínica, había encontrado el hotel, llegue sin novedad, todavía no me habían ido a buscar así que no se dieron cuenta que casi me embolate. Pero la verdad aún sigo sin entender en qué momento se me enredan las calles.

Por Amparo Bonilla

Me considero una apasionada de la vida, soy alegre, optimista y siempre encuentro lo bueno de lo malo. Tengo una filosofía de vida que consiste en hacer lo que me gusta, cuando quiero hacerlo y sobre todo sonreír porque la vida serie es muy aburrida...

2 respuestas a «Todavía no entiendo»

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