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Cosas que pasan

Ojos de perro abandonado

La semana pasada había un nuevo personaje en el estadio, un perro grandecito, que se paseaba con su paso cansino por todos lados. Parecía apaleado, feo, pelado, chandoso. Me llamó la atención por su mirada de perro sin dueño, cansado y sin ilusiones.
Cuando al tercer día que volvimos, ya el chandoberman tenía nueva dueña. Una señora del estadio lo cogió, lo llevó para su casa, lo bañó, lo llevó a la veterinaria para que lo desparasitaran, lo limpiaran bien y ahora ya parecía un perro con dueño, bonito y acicalado. Hasta en los animalitos se ve, que no es que sean feos sino mal arreglados, hasta la cara le cambio al pobre perrito y ahora anda detrás de su dueña, agradecido, porque ya puede comer, tener una camita y una vida digna.
Me pareció bien bonito este cuadro, ojala así se hiciera con tantas personas que andan por las calles, malolientes y arrastrando sus miserias. A veces pienso que si se les diera una manito, cambiaran completamente de semblante, pero es el miedo a una responsabilidad o a un «no se sabe que manías tiene la gente», pero a lo mejor lo único que necesitan es una mano caritativa que los saque del atolladero en que viven.
Aunque es más fácil hacerlo con un animalito, al fin que estos son más agradecidos y se tiene la certeza de que no  van a traicionar apenas se les dé la espalda. 
Me quedé meditabunda con esta historia, aunque la verdad no me siento capaz de hacer algo parecido. Debe ser el egoísmo lo que hace que no cedamos a dar una parte de nuestra tranquilidad, además se oyen tantas historias y cosas feas, que lo mejor es no arriesgarse. Además existen centros o casas donde reciben  a estas personas, pero ya están tan acostumbrados a la calle, que estos centros se les asemeja a cárceles y de allí huyen. ¿Entonces que puede hacer uno en estos casos?, mirar como cada día se consumen más en sus miserias. Es triste, pero si personas especializadas no pueden, me imagino que los simples mortales, menos.

Por Amparo Bonilla

Me considero una apasionada de la vida, soy alegre, optimista y siempre encuentro lo bueno de lo malo. Tengo una filosofía de vida que consiste en hacer lo que me gusta, cuando quiero hacerlo y sobre todo sonreír porque la vida serie es muy aburrida...

2 respuestas a «Ojos de perro abandonado»

Un tema complicado, pero como tu dices un animalito es agradecido y lo único que te va a dar es cariño, mientras que con una persona es diferente, no sabemos cómo vayan a reaccionar, ya tan acostumbrados a vivir en la calle :S

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