La semana pasada en Bogotá comimos mucho en restaurante, pero en el apartamento donde nos quedamos podiamos hacer de comer si queriamos. Entonces decidimos comprar algo para hacer, a ver si nos salía un poco más económico. Lo más fácil y rápido unos spaguettis con atún y como ya estaba el atún, no era sino ir por los spaguettis. Pero entonces se decidió hacer que una ensaladita para acompañar los spaguettis, así que hice una listica de lo que se necesitaba y nos fuimos para el súper a comprar lo que hacia falta para completar el almuerzo.
Pues que se llega allá y las cositas para la ensalada, los spaguettis, agua, jugo, pocas cositas más sumó la módica suma de $55.000 pesitos, mientras que en el restaurante nos costaba 30.000 (el almuerzo para cuatro). Eso sí fue de recocha: «la economía que tiramos».
Pero qué, hay que verle el lado bueno, comimos comidita casera, rica. Nos quedó para el desayuno el pan, un poquito para la comida y si queriamos que al otro día no gastaramos ni un peso más, hacer la misma receta y ahi sí nos saldría súper económico. Viéndolo bien algo se economizó, aunque aparentemente no.