Estuve en una casa donde hay dos perros y un gato, entre ellos se llevan divinamente, todos duermen en cajas de cartón, bien cobijados, no les duele una muela. El gato se la pasa toda la noche rondando por toda la casa, se sube por todos lados, sin tumbar nada, cosa más rara, parece que si es verdad que los gatos ven en la oscuridad.
De vez en cuando se oye algún ruido, es el gato o son los perros, pero al fin uno se acostumbra a los ruidos y se sigue durmiendo. Un día en la madrugada oigo un estruendo y me levanto a ver qué pasaba, cuando veo al gato todo erizado, mirando para la ventana y al otro lado, otro gatico, también todo molesto y enseñándole los dientes y que ya se quería meter. Los separaba unas cortinas y un vidrio, entonces el gato de la casa, que se avienta contra la ventana, tumba cortinas, unas porcelanas que había en una mesita coqueta, y él se estrella contra la ventana, quedando todo atontado del guarapazo tan berraco que se dio.
Los otros habitantes ya estaban a costumbrados a estos tropeles, pero igual les causa mucha gracia ver que el zorombático se sigue dando de topes contra la ventana, sabiendo que no puede alcanzar al otro gato. Es muy divertido, pero me imagino que el pobre bicho queda con tremendos chichones en la cabeza. Si supiera hablar seguro pediria unas cuantas aspirinas.
2 respuestas a «Gato travieso»
Los gatos son juguetones y vividores de la noche, si pueden se escapan de picos pardos y de día reponen fuerzas…
Una bonita y tierna entrada…
Besos de Flor
Hola Flor, gracías por pasarte por aqui.