Fué muy chistoso ver a Gloria corriendo detrás de un bus y diciéndole a uno de los muchachos que se bajaba de él que lo pararan, pues le tenía que preguntar algo al chofer. El pelado se quedó como estático al oir la orden que le daban, sin explicarse como iba a parar un bus que ya había arrancado.
Casi que me orino de la risa que me dió, es que fue todo un poema ver la cara de ella, al mirar como el bus se alejaba y no lo alcanzamos. Me hizo acordar de Victor en Armenia corriendo detrás del bus en el que iba yo, eso fué otro paseo. Luego nos pudimos montar en otro bus para viajar. Cuando ya creíamos que no podríamos. En el camino nos fuimos acordando de este episodio y nos volvía la tentación de risa.
Luego me tocó fue a mi correr la maratón para ir por las maletas y volver en tiempo record, pues sobre los 5 minutos que faltaban nos dijeron que sí había cupo, pero que salía inmediatamente y nosotras estábamos sin el equipaje. Entonces que me voy a la carrera, llego a la casa y le digo a mi hijo y mi marido, que corran a ayudarnos a llevar las cosas al bus, pues Gloria tenía dos chuspadas de cosas para llevar, yo mi maleta. Lo bueno es que todo estaba listo, no era sino echarle mano, pero me parecia que no iba a llegar a tiempo. Yo me fui adelante para subirnos al bus mientras ellos llegaban, Gloria se había quedado esperándonos, pues con esos taconzotes que iba a corrrer.
Todos se quedaron admirados de lo rápido que fuí, ya me pueden mandar a correr la maratón, ahí es donde me dí cuenta, lo bien que me sienta ir al estadio en las mañana.