Como cosa rara el viaje se prolongo indefinidamente, nunca se sabe cuando se llega, solo cuando se sale, pero en fin todo iba a pedir de boca. No lo podía creer, llegamos por fin, sin novedad, todos se bajaron a reclamar sus maletas, cuando !oh! sorpresa mi maleta había desaparecido, todos reclamaron sus equipajes y la mía no aparecía. Quedaba una maleta parecida a la mía, pero no era la mía, ¿entonces que pasó?. El ayudante se pegó un susto de muerte, al ver que yo era la única que quedaba y reclamaba la pérdida de su equipaje. Fué donde el chofer, que por poquito le da un yeyo con el problema que esto podia acarrear.
Por lo menos había otro equipaje para reclamar. Se supone que el que se había llevado mi equipaje tendría que volver por el suyo. Era la única esperanza, pero al preguntarme que llevaba de valor en mi equipaje, todos quedaron pasmados, plata, poca pero había, CDT, tarjetas de crédito, pasaporte, en fin todo el papeleo que había sacado para pedir la visa. Pocas esperanzas daban por mi maleta, más al ver la que había quedado, que no se veia nada representativa en valor. Ahí tocaba esperar un milagro o que el dueño fuera muy honrado para devolverla.
Pues en la empresa se quedaron con la maleta a la espera de que apareciera la otra persona, el chofer muy considerado me dio para el taxi y que tuviéramaos confianza en que el señor que se la había llevado era un pastor y seguro la devolveria cuando se diera cuenta. Pues ni modo. Me tocó irme toda damnificada para la casa donde me estaban esperando y contarles mi triste historia e inmediatamente dejarle un mensaje a mi hija para que bloqueará las tarjetas de crédito y contarle lo sucedido.
Ella inmediatemente las bloqueo y a esperar que sucediera el milagro. Ahi sí estábamos en las manos del Señor (literalmente).
Pues pasó todo el día del lunes sin noticias de la maleta. Yo ya estaba perdiendo las esperanzas de que apareciera, todo el que sabía el cuento, no daba cinco por ella. Además había que esperar tres dias hábiles para poder poner la demanda en forma y denunciar el hecho. Mientras tanto, damnificada como estaba, a conseguir ropa, pues menos mal que tengo amigas de mi tamaño que me facilitaron algo de ropa y cuando ya estaba aperada, que llaman y me dan la noticia de que un señor me tenía la maleta. No lo podia creer, llamó a dos partes en mi ciudad e inmediatamente me llamaron a mi, para que llamara a este señor y ponernos de acuerdo para el intercambio.
3 respuestas a «Cambio de maletas»
Genial amiga. Me alegro que hayas recuperado tus cosas. Y muero por saber que pasó después en el intercambio… Que tal era el hombre? ¿Que había en su maleta? ¿Tus cosas estaban en orden? Conversaron algo?Olvide esos escrúpulos y cuentenos más. Urgente necesito saber. 🙂
Abrazo y gracias!
jajajaaja, Juan, hay les irè contando todo lo que me paso en este viaje, que no fue poquito y aùn no termina.Gracias por pasarte por aqui.
Definitivamente hay gente con suerte y sumerce 😀
Gracias a Dios apareció todo, no por la ropa sino por los documentos que había allí. A ver si aprendemos para la próxima y algo que si es cierto, puede que el negro sea el mejor color (para las maletas, la ropa y lo demás), pero la verdad es que a veces tener una maleta chillona es lo que hace la diferencia (ya que difícilmente la podrán confundir) 😉