En el estadio hay una perrita que es la del entrenador. Todos lo días la lleva y ella hace ejercicios con los muchachos, corre al ritmo de ellos, se mantiene en forma, muy esbelta y coqueta ella.
A veces entran más perritos y ella juega con ellos, recochan por todo el estadio. Se siente bien, siendo la preferida de su manada, pero hoy llegó otra perrita, gordita, negrita toda, bonita, y unos de los perritos, se le acercó todo coqueto, pero como que ella no estaba para arrumacos y lo despachó con dientes destemplados. El pobre perrito se fué con la cola entre las patas al sentirse despreciado por la musa de su inspiración.
Pero me pareció muy chistoso que la perrita del entrenador se fuera contra la perrita negra y la estrujara, como diciéndole «lárgate de aquí, no me gusta tu presencia». No le gusta que nadie le haga sombra.
El caso es que la perrita negra, salió del estadio y ella se quedó toda ufana y con la atención de sus congéneres. Hasta en los animales se ve, cada quien pelea por lo que cree suyo. Me divertí mucho viendo este espectáculo.
2 respuestas a «Marcando territorio»
Que bonita! Los animales son un cuento completo 🙂
jajajaaj, si es un caso verlos.