
Es trabajoso todo, hasta escribir, hacer oficio, menos, lo único bueno, que sea un motivo para hacer un poco de locha, pero que nadie me hable para el lado contrario, que no los puedo atender rápido, tengo un vecino que cada que pasa me tiene que llamar, es una manía, creo que cuando estire la pata me va a asustar, hoy pasó y como siempre me tiene que llamar, no sé por que, como no voltie a mirarlo, se para a hacerme el reclamo, que si es que amanecí enojada con él, cuando a duras penas lo miré, que porque lo miro asi, mejor dicho cuando no se quiere ni hablar, quieren hacer charco conmigo, que cosita, tambié llegó una amiga que estaba paseando, que se lanza al abrazo, uyyyy, como duele, que pena con ella, pero poco efusiva de por sí y con dolores menos.
Tocará comprarle un racimo de bananos para que se entretenga y se olvide de mi, ya me hice mi remedio casero y no me funcionó, me sobaron alcohol con marihuana y tampoco, vamos a ver hasta cuando estará acompañandome, será que me ve muy sola, pero ahí si, mejor sola, que mal acompañada.
Que tal, para colmo llegan los evangelistas a compartir la palabra conmigo, si me pudieran hacer el milagrito de quitarmen este bicho de encima hasta de pronto, pero que van a hacer, sólo hablan babosadas que ni ellos entienden y en cambio me pueden enredar más, tocó despacharlos, como siempre, con su música para otra parte.