Le dieron trabajo en otra revista, también de gerente regional, poco conoce la zona de sevilla, entonces arrimaron donde mi, para que les explicará alguna direciones, como soy tan malita para dar indicaciones, mejor les dije que si querían las acompañaba un rato, para que se orientaran más fácilmente, ni cortas ni perezozas me dijeron que sí, ella iba con su gerente de zona, las dos ni idea para donde pegar y me llevan a mi de guía turística, que cada que salgo de la casa es un goce por que no hago sino ver cosas nuevas.
Pues si, que nos fuimos, les dije que fuéramos a las partes más apartadas primero, las del centro les quedaba más fácil, en el recorrido, no era raro que la turista pareciera yo, me gozaron de lo lindo, por que todo me parecía novedoso y me decían, «no, pues agradezca que la sacamos a pasear», como cosa rara me pegaba unas perdida, pero eso si, todo cerquita de donde estábamos, a la vuelta, una cuadra más alla o acá, pero nada que no se pudiera remediar, la ventaja que esta chica tiene muy buen humor y se la gozaba, por que en aquellos tiempos que me tocaba con otra, se la pasaba más amargada, por que si no es que le decía mal la dirección la hacia meter con el carro por donde no era, y le decía, «pues como siempre ando a pie, quepo por cualquier parte» y ella me contestaba a veces «es que loro viejo no aprende a habla«, jajaja, yo me divertia, mientras ella se moria de la ira.
Aunque no me animo a volver a estas correrias, si fué muy chévere volver a recordar estos paseos que me daba, cómo los disfrutaba y las recochas que armaba con las muchachas con las que salía, de todas maneras ya las épocas no son las mismas, seguro ya no las disfrutaría como antes.
2 respuestas a «Recordando correrias»
jajaja que chistoso, pero con usted es que ya nada me sorprende 😀
jajaja, pensé que ya me ubicaba mejor, pero nada, cada día es peor, se me pierden las calles.