Se viene en linea recta, con su varita de ciego tanteando por donde va pasando, nose como hará si contará los pasos o que, el caso es que con paso firme se ve caminando, tanteando y llega hasta determinada parte de su casa, que tiene como una partecita que sobresale, como cuando hacen una rampa para guardar carros, él toca con su varita esta parte y ahi ya sabe que sube al andén, tantea hasta tocar la puerta, se mete la mano al bolsillo, saca las llaves y sin ninguna vacilación, las mete a la chapa y abre la puerta, penetrando a su casa.
Es algo de admirar, más cuando la persona, no ha nacido ciega, pues pienso que cuando se nace ciego, no se extraña lo que nunca se ha tenido, pero en este caso quedar ciego de la noche a la mañana, si debe de ser más durito.
La única ventaja que veo de este chico es que está pensionado y no es lo mismo un ciego pobre, que un ciego con dinerito, así toda la plata el mundo no sea suficiente, las penas con pan , son más llevaderas.