Pues nada, no me explico como otro carro que se estacionó más adelante le dió al que estaba parado en las farolas, ese fué el ruido que se escucho, la señora salió como si nada, recogio los vidrios y el señor se bajo, miro, le dio su tarjeta pidio disculpas y quedaron en solucionar todo por las buenas, quedando como dos nuevos buenos amigos.
Que bueno que todos los problemas se solucionaran de esta forma, me parecio algo tan bonito, es cierto que no hubo nada que lamentar, pero de todas maneras por cosas más pequeñas se arman unos lios que hasta la policia llega.
Claro que no es lo mismo que lo estrelle un cuatro puertas que una bicileta, por ejemplo, cuando hay de donde responder por daños y perjuicios, las cosas con dinero se arreglan, de eso si no hay dudas. Igual la educación de los implicados brillo inmediatamente, nada de alboroto, no se les movio un pelo, todo en su sitio.
Luego cada uno para donde iba, la señora con la tarjeta del señor que le indicó como ir donde su mecánico personal y allá nos vemos: «calabaza, calabaza, cada uno pa su casa…»
3 respuestas a «Sin alaraca»
Si. La verdá que si. Hay que rescatar esas cosas chiquitas que pasan en el mudo y dejan bien parado al género humano. Valido hasta como acto de rebeldía. Que lo peor, lo malo y lo mas escabroso siempre tiene grandes titulares.
Abrazo
Es que definitivamente hay gente que no controla su ira y de estas pequeñas cosas arman un tierrero, pero por lo menos aún existe gente calmada que maneja las cosas de buena manera, como dice Juan-hum que buen ejemplo
y yo en primera fila para dar fe.