Nos podemos imaginar que estamos en Londres, o por alla, bien lejos, donde nos lleve la fantasia, al fin que no se ve nada, pero es bien bonito ver como la neblina llega y lo cubre todo, luego como se va retirando dejando un vaho que se respira rico, puro aire, sin ninguna contaminación, al rato el sol trata de salir timidamnete, en medio del colchon de nubes, es un sol frio, que no alcanza a calentar, pues todavia no se han retirado las nubes, que se van yendo peresozamente.
La gente comenta que es como la Sevilla de hace años, que a toda hora se mantenia el tiempo en las mañanas así, pero para apreciar este fenómeno toca como madrugar un poco, por que desde la cama no se alcanza apreciar lo bonito que puede ser un amanecer nubado.
Esas son las pequeñas cosas que hacen que valga la pena levantarse un poco antes de lo normal, ver el cielo limpido, con tantos tonos de azul es otro espectáculo matutino, me gusta mirar las nubes, ver las figuras que se puede armar y como van corriendo, al mismo tiempo que nos movemos. Cuando era pequeña me gustaba acostarme en el suelo y mirar al cielo, formando figuras y deshaciendo, me parecia un pasatiempo muy entretenido y no costaba nada.
Las cosas simples de la vida son gratis, pero muchas veces no las sabemos apreciar y pueden parecer cursis.