Un poco tetrico en la noche, nada de bulla, sin un carro que haga ruido, solo el señor con un radio que cogia como tres emisoras al mismo tiempo, como él no oia, que importaba que a los demás nos dañara los tímpanos, según él, no se para que prendia esa chicharra, pero ni modo, aparte de eso la señora tenia una tos, que pobrecita, casi que no la deja dormir y por ende nos despertaba a los demás.
En las mañanas, muy tempranito, los gallos cantando, las gallinas cacareando, los patos, las palomas, el marrrano, los pájaros, es una cacafonia de ruidos, los viejitos se levantan antes de que amanezca y para que se queda uno ya en la cama, si al acostarse bien temprano, en la mañana no se tiene sueño.
Hasta es entretenido ir detrás de las gallinas, a ver donde pusieron los huevos, regar las matas, ayudar a hacer el desayuno, luego el almuerzo, los pocos vecinos que hay alrededor que no van sino los fines de semana, pasan a saludar, algunos soldados también son amigos de los señores y estan pendientes de ellos, por lo menos un día de campo diferente.
Ahi me di cuenta de que me hace falta el televisor para hacer manualidades, es el motor que me inspira, al no haber nada, no me dieron ganas de costurear, cosa más rara.