No falta la recocha y pasaron una cantidad de muchachos haciendo bulla y cantando villancicos, tocando las puertas, por lo menos estaban contentos, después de haber escampado bien tarde. Me enchuspe tempranito, con ese frio no se pudo salir, hoy que estaba dispuesta a patonearme todas las calles viendo los alumbrados.
Mañana espero darme gusto, si Dios quiere, ójala que si, por que me parece terrible que la gente se quede con sus faroles hechos, todo el dinero invertido, el tiempo, en fin una cantidad de factores que no sería justo para ellos, ni para nosotros de público, que nos deleitamos con todo el ingenio que cada año demuestran los distintos barrios, hay que ver que sí tienen imaginación, es increible y muy bonito, se merecen que siquiera una noche se puedan lucir.