En estos pueblos cualquier cosa puede pasar, a una persona la robaron ayer dos tipos, le hicieron el sanduchito, cuando menos se dio cuenta lo habian bajado de la platica, ahi mismo se dio a la tarea de ir tras el ladrón, por lo menos los quedó reconociendo, en el parque vió a uno de los tipos y se fué contra él, le dio su guarapazo y le quito la plata, pero el tipo se puso a gritar que lo estaban robando, ahi mismo llegó la policia a ver que pasaba y los dos se acusaban mutuamente, optaron por llevarlos a la estación haber como era la cosa, quien acusaba a quien, le dijeron al señor robado que pusiera la denuncia, pero él no quiso, dijo que para qué, para que lo soltaron ahi mismo, era una bobada, a él lo que le interesaba era la plata y ya la había recuperado, el tipo al ver que el ofendido no lo acusaba, tambien se quedó callado y los soltaron.
Eso me hizo acordar de una vez que estaba en un bailadero con mi marido, cuando unos tipos entraron y mientras que estabamos bailando, se nos robaron la caneca de aguardiente, pero como yo estaba pendiente, ví cuando el tipo se metio la caneca entre el pantalón y ahi mismo me fuí y le reclame, que me devolviera la caneca, y el muy descarado me va diciendo, cual caneca yo no tengo nada, esta loca o que, como que no y esto que es, y le metí la mano entre los pantalones y le saque la caneca, ahi mismo les tocó salir despavoridos en medio de la rechifla de la gente que se dió cuenta de lo que pasaba.