Después de la tormenta, viene la calma, después de una noche oscura, siempre sale el sol, pero que dificil es a veces sobreponenos a las dificultades, ahi es donde si uno se pone en los zapatos de muchas personas, no se explica como pueden seguir adelante, sin una luz que les ilumine el camino, me parece desesperante y prefiero como no estar al otro lado maluco, en esos momentos se comprende por que muchas personas en medio de un dia desastroso, hasta se quitan la vida o hacen locuras irreparables, es muy triste, pero es la cruda realidad de la mayoria.
Afortunadamente a mi solo me da muy de vez en cuando, una vez al año, para que no me haga daño, y si voy donde el médico peor, por eso procuro no ir muy seguido, aprovechando que no le veo la necesidad todavia, cuando me quiera deprimir de verdad, no es sino ir donde ellos, ahi si me pongo de muerte lenta.
Siempre he pensado que ir donde el médico no es garantia de que el paciente se salve, al contrario, muchas veces ayudan a dar el empujoncito más rápido, cuantas veces un mal diagnóstico, empeora la situación ¿?, una receta mal dada y por lo regular si una pasta alivia algo, daña cualquier otra cosa, osea que después de caer en manos de los doctores, es muy dificil salir, por lo regular la gente queda empastillada de por vida.