Para la policía es un peligro que una persona se quiera entregar a la justicia. ¿Cuándo se ha visto eso? ¿Cómo les quieren quitar el trabajo si el de ellos es perseguir a los criminales? No que ellos vengan y se entreguen como borregos al matadero y menos si no ha matado a una cantidad respetable de gente. Eso no se ve.
Hoy en día se están entregando los arrepentidos que tienen en su haber secuestros, asesinatos, violaciones, cosa de marca mayor, pero este pobre hombre que lo único que hizo fue prestarle un servicio a la sociedad y que 15 años después se ven los efectos de unas calles resquebrajadas y hundidas, como si las cosas fueran eternas y tuvieran que durar toda la vida. Eso es lo que le están cobrando a este señor.
Entonces él, para quitárselos de encima y como lo tienen amenazados con una orden de captura que no se sabe para cuando y encima una multa descomunal, que tampoco sabe cómo la podrá pagar. Pues decidió cortar por lo sano y entregarse solito a las autoridad porque todavía confía en la justicia de los hombres, así estén cometiendo una injusticia con él, que no se explica por qué se ensañan en su persona.
Pero como para la justicia no hay razones y si se da un poquito de papaya la quieren toda para ellos. Pues al que se deja, se la montan y al que no, también.
Qué peligro caer en manos de esta gente que vive todo el día desocupada, viendo a quien se le encaraman para poder justificar el estar allá aplastados recibiendo unos salarios descomunales que salen de los que caen en sus manos, y de los que vivimos en la cuerda floja, también.
Y resulta que la condena de este cristiano son sólo 5 años y una multa de 108 millones. Pero que para la justicia no alcanza a casa por cárcel porque es un hombre peligroso para la sociedad y se podría querer volar.
Habrase visto más desatino. Todavía se está entregando y temen que se les vuele. Como ya están enseñados a que se les escapan tipos verdaderamente peligrosos, criminales que saben como hacer la vuelta, piensan que este señor, también volará con su escoba mágica. Esa es la justicia de Colombia que cada día está más loca que una cabra.
De eso es que lo pueden acusar de ser peligroso, de pensar que aún existe justicia y que los magistrado se acuerden de como aplicarla