Categorías
Cosas que pasan

CLARO, NO ES TAN CLARO

Todos los operadores son un dolor de cabeza para los usuarios, para ofrecer el servicio eso son de una. Tienen una rapidez que queda uno anonadado.

Pero vaya uno a retirarse y vera como es una carrera de aguante. Eso ponen una y mil trabas para que la gente no se les retire y se queden por cansancio más que por querer estar ahí.

En estos días se quiso cancelar un servicio triple hogar de claro, se debía una factura y llegó un aviso de un descuento del 70%, pues de una se aprovechó el descuento y se pagó, como hay que ir personalmente a cancelar el servicio, aproveché que estaba en Cali para hacer esta vuelta.

Mi hijo no quería que me pusiera en esas, pues sabía lo engorroso que era, pero como yo no sabía me pareció muy fácil querer hacerlo ya que estaba en el lugar indicado, según yo.

Para dolores de cabeza y rabias, es lo único que conseguí. Pues casi que no doy con la oficina central donde cancelan el servicio, parecía una pelota de aquí para allá.

Pues ninguno de los empleados tenían claro, donde estaba la oficina de Claro o no daban la información correcta para que me aburriera, pero como estaba decidida a terminar esta vuelta pues voltee de un lado a otro hasta que por fin di con la tan cacareada oficina central.

Eso sí, hay una cantidad alarmante de asesores en estas oficinas. Me dije que sería fácil encontrar con quién hablar allí, pero son solo apariencias. Porque nadie te ayuda.

Sin embargo, en el teléfono todos te dicen que puedes solucionar el problema con cualquier asesor personalmente. ¡Una gran mentira!

Se le dice al asesor lo que dice la del teléfono y ellos dicen que no pueden, que tiene que ser por teléfono.

Así que me ponen a hablar con otra asesora al otro lado que vuelve y repite lo mismo que la anterior. Aunque una de ellas me dijo que tenía que tomar un pantallazo al mensaje donde me llegó el descuento por que a ellos no les aparece cancelado en el sistema.

«Como así que no a parece entonces para qué tanto sistema y tantos computadores si no aparece lo que ustedes mismos le colocan a los clientes.»

«Además tengo el recibo de cancelado, como no va a aparecer, no me lo explico.»

Pues al parecer para que me cancelaran el servicio tenía que esperar como 8 días para que se reflejara el pago. Luego volver a conectar el servicio y luego si hacer lo que yo pedía que me hicieran.

Así que le dije: , «Cómo así ustedes pretenden que dentro de 8 días yo vuelva a cancelar un servicio que ya está suspendido, lo único que necesito es que ya no lo reconecten más, que lo cancelen totalmente. Eso es todo, no veo dónde esta el problema»

Esta gente es de una ineptitud que asusta. Todos esos asesores allá aplastados me recordaron a los congresistas que no hacen sino comer y gastar el erario publico.

Solo se enredan entre ellos mismos y ninguno es capaz de acelerar algo tan sencillo como cancelar algo que ya no se requiere.

A ellos qué les importa por qué motivo se hace la cancelación. Lo único que les debe importar es que el cliente pague y ya. Pero no, eso es una preguntadera y una cosa, como si uno se hubiera casado con ellos de por vida, ¡que pereza!

Y varias horas después todavía no me solucionaban nada. Tuve que llamar a mi hijo para que fuera a ver si a él sí le hacían caso, y daba con el chiste de lo que quería esta gente. Pues eso me preguntaban cosas que yo no sabia.

Llego él y la misma cosa lo pasaron a hablar con una telefonista, la telefonista, que allí no lo podían atender.

El que daba las citas le dio una con un asesor, el asesor volvió al teléfono, atendió otra chica lo más de formal, tuve que pasar a hablar con ella y otra vez a preguntar lo mismo que ya había contestado y ella toda bonita cuando le dije que ya estaba cansada de pasar de uno y de otro y que ninguno solucionara nada. Ella me dijo que sería la última, que con ella sí podía cancelar el servicio y que disculpara las molestias.

Volvió a preguntar todo otra vez y me hizo unas preguntas que en una de esas me corcho pues me preguntó por unos números telefónicos que desafortunadamente yo no estaba segura de que alguno perteneciera a alguien conocido, pues por este detalle no pasé la prueba y no pudo hacer nada tampoco.

Luego que tenía que pasar a cartera y allí vuelven y me preguntan las mismas cosas que por qué se les cayó el sistema y yo que le digo que a mí se me cayó la paciencia y me daba pereza agacharme a recogerla.

Pues ya cansada de tanto vaivén les dije a todos allá y al que me quisiera escuchar que no quería saber nada de ellos, que ni quería que me siguieran cobrando algo que ya pagué, no quería su servicio, que no lo fueran a colocar otra vez.

Pues en esa dirección no había nadie para que les respondiera por la factura, así que conmigo no contaran para que volviera a cancelar algo que ya no me servía y además que volver me costaba mucho dinero. Si me seguían acosando por teléfono, tendría que demandarlos por acoso cibernético, así que gracias por lo servido y ya no voy más.

Uno de los asesores me dio la razón y dijo que eso era lo que tenia que hacer si seguían molestando.

No sé como más quitármelos de encima, eso sigue llegando recibos y siguen cobrando ya van como en $300.000 no me explico si ya lo cortaron por qué sigue aumentando, para eso que no colocan a un asesor sino a una maquina y en estos días colocaron aun asesor volví y le explique todo y parecen brutos que no entienden y sigue llegando recibos.

Es impresionante, pero lo peor es que no es solo con la empresa Claro en Colombia, parece que es algo ahora de todas las empresas y es esas ¿Cómo se protege al cliente en estos casos? ¿Alguien sabe?

Claro no está claro

Por Amparo Bonilla

Me considero una apasionada de la vida, soy alegre, optimista y siempre encuentro lo bueno de lo malo. Tengo una filosofía de vida que consiste en hacer lo que me gusta, cuando quiero hacerlo y sobre todo sonreír porque la vida serie es muy aburrida...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Por favor lee esto antes de enviar tu comentario. Los datos de carácter personal que me proporciones rellenando este formulario, serán tratados por Amparo Bonilla como responsable de Frivolidades Mafalda. La finalidad es gestionar los comentarios del blog. No se comunicarán los datos a terceros, salvo por obligación legal. Derechos: podrás ejercer tus derechos para rectificar, limitación y suprimir los datos escribiéndome a [email protected]. Puedes consultar la la Política de Privacidad del Blog para mayor información.