El tiempo sigue pasando inexorablemente y ya Emily anda por los seis añitos y con ellos se le ha ido su primer diente. Ella feliz muestra su mueco que tiene y eso nos hace mucha gracias.
Este nuevo año fue de muchas expectativas para todos, no se sabia a ciencia cierta dónde se le iba a celebrar su cumple, pues los padres andaban algo indecisos del lugar donde seria.
Los últimos dos años yo se los celebré en mi casa, pues en esos días vivían en casas demasiados pequeñas y que si la pandemia del año pasado, que si por esto o aquello. Entonces este año terminamos en la casa de la tía, la de siempre.
Pero como ya esta en la guarderia, alli le llevaron su torta para compartir con sus amiguitos, unos días antes, por lo que la muchacha tuvo como tres celebraciones con torta.
Aparte de que la llevaron a pasear y a montar en pony, eso la pasó de lujo.
Faltaron los invitados de siempre, como son los padrinos, esta vez brillaron por su ausencia, pero hubieron otros.
Como todo en la vida, unos se van, otros aparecen. Lo más importante es que ella la pasó muy bien y se divirtió de lo lindo, con una sola amiguita la pasó de pelos, feliz estrenando los regalos con ella.
Eso es lo bueno de ser niño que no extrañan nada y no se ponen con tantos perendengues como los adultos que buscan una y mil excusas para pasarla maluco. Si todos aprendiéramos de ellos este mundo sería más amable y acogedor
En cuanto a la decoración de este año fue alusivo a candy crush. Sencillo y sin tanto alboroto, pues había muy pocas opciones, pero igual me parece que me quedó lindo, lindo.
Y así un año más con los de siempre y con algunos que siempre están aunque no presentes, lo importante es que ella la pase bien y creo que se cumplió el objetivo este año también. Eso sí con sus primeras y nuevas ausencias molares.
