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Emily enferma y de enfermera

En estos días se enfermó la Emily de fiebres y eso la llevaron a la clínica y ya los médicos estaban diagnosticando cualquier clase de enfermedad. Desde la posibilidad de una bacteria hasta que podía estar enferma de los riñones y la tendrían que operar. Eso mejor dicho lo matan y lo reviven a uno a punta de sustos.

Emily enferma y de enfermera
Pediatrist Doctor and Baby at Hospital illustration Por GraphicsRF/Shutterstock

Al decir hospitalizada, ahí mismo se piensa en lo peor, y más con la desconfianza que le tengo a los médicos, que cogen a la gente como conejillo de indias y empiezan a lanzar diagnósticos a diestra y siniestra, a ver si de pronto dan con la enfermedad.

Si se está de buenas se sale medio bien de esta aventura. Si de pronto es el día, un mal diagnostico acaba de dar el empujón pal otro lado.

Llegué donde mi hijo y de chiripa lo encontré en la casa, pues no sabia que se iba , porque él acababa de llegar por ropa para la bebé, pues al parecer le iban a dar de alta esa misma noche.

Me contó muy triste todo lo que el médico le había dicho y que estaba muy preocupado por el diagnóstico, que si era una bacteria, era algo muy peligroso, me decía. «Pero bueno, todavía no se sabe nada, esos médicos nunca saben donde están parados, hay que poner mucho cuidado con ellos», le dije.

Me dijo que lo acompañara al a clínica, me rehusé, un poquito, pues me da chirría estos lugares, pero me dio malestar dejarlo ir con su tristeza y me fui con él.

Cuando llegamos a la clínica la niña estaba entubada de su manito. Al verme le dio felicidad y me mostraba su mano y que le dolía si se tocaba, pero nada más, eso estaba de buen animo con ganas de brinconiar y toda alegre como es ella. Eso no la achanta nada.

Cosa más deprimente son estos lugares y la cantidad de enfermedades que le pueden contagiar a uno allí. Pues se está tan expuestos a los virus de los demás pacientes que es normal llegar aliviado, y salir al menos con una gripa, como me pasó a mí que ya me está dando cada que voy a ver a los enfermos. Salgo con todas las pestes.

Esa noche no le dieron de alta a la niña, pues al parecer no había médico para que fuera al otro día temprano a ponerle el antibiótico y que no se podía dejar salir porque perdía todo el historial.

Eso me pareció más deprimente aún, una cantidad de niños jugando a ser médicos, no había ni uno adulto. Todos eran recién salidos de la escuela de medicina y parecía una cacofonía de opiniones y todas diferentes, como para volver loco a cualquiera.

Pues la niña estaba desesperada y se quería ir para la casa, todo el día allá metida, muy valiente me pareció. A mi me estaba dando claustrofobia.

La verdad me desesperan estos sitios, por lo tanto dejamos al papá con la niña y la mamá y yo nos fuimos a descansar a la casa, pues no vi la necesidad de quedarnos todos ahí, en un espacio bien reducido donde no se podría medio descansar.

Al otro día muy temprano la mamá se fue a reemplazar al papá y cuando llegó ya le iban a dar salida a la niña, apenas le colocaran el antibiótico y que la seguirían visitando en la noche y en la mañana durante unos 5 días, mientras salían los resultados del cultivo de sangre que le habían hecho.

Ya en la casa la niña estaba feliz, aunque con su manita toda llena de vendas y con el catéter ahí pegado. Eso a ella no le molestaba, antes se cuidaba de que no se lo tocaran y se fuera a lastimar. Cada que iban los enfermeros, la niña lee preguntaba si no dolía lo que le iban a hacer, y ellos le aseguraban que no. Entonces ella le pasaba su manito para que le metieran la jeringa con agua y luego con el antibiótico.

Se quedaba quietecita, hasta que se acaba el medicamento y le volvían a sacar la jeringa y le echaban mas agua. Luego ella sonriente decía que no le dolía nada y seguía con sus juegos, y así durante 6 días.

No tuvo efectos raros, aunque la doctora había dicho que a lo mejor le daba decaimiento, diarrea, salpullidos, inapetencia. Lo único que le dio fue diarrea.

En el transcurso de la semana le tomaron más exámenes de sangre, los primero habían salido negativos y también le cambiaron el catéter de mano. Afortunadamente los enfermeros lo hicieron con mucha delicadeza y no la torturaron como pasó al principio que no le encontraban la vena y no hicieron sino chuzarla.

Estuve de buenas, pues ni siquiera lloro, pero ese mismo día llegó la doctora y dijo que todos los exámenes habían salido negativos, por lo tanto no veía la necesidad de que le siguieran colocando antibióticos.

Yo le dije que tenía era una tos maluca, entonces le mando loratadina y que luego iban a quitarle el cateter.

Al ratico se estaba quejando de que le dolía la mano y le dije a la mamá de que llamaran para que le fueran a quitar el cateter, al fin que si ya no lo necesitaba que necesidad tenia de tener eso estorbando y esperar hasta la noche, por si de pronto iban a quitárselo, pues llamó y al  momento llegó una enfermera y se lo quitó, quedando al fin libre de cosas en sus manitos.

En la noche se puso a jugar a la enfermera y me cogió como su paciente. Me tiro a la cama y no dejaba que me levantara y ahí mismo cogió el teléfono de la mamá, marcaba y se lo ponía en la oreja y era doctor.

«Doctor a mi abue la pico un perro un , gua- gua, doctor , doctor»… Es que hacia tan chistosa, luego fue y se consiguió dos bolsas plásticas y se las coloco en las manos. Como si fueran los guantes y tiro al papá a la cama y ya eran dos los enfermos a atender y márquele al doctor.

«Doctor, a mi papá le pico un gato y a mi abue la mordió un perro» y eso  nos tocaba con sus manos enguantadas y hablaba con el doctor y nos tocaba la frente y nos decía que no nos iba a doler.

Fue súper divertido verla en el rol de enfermera y como imitaba a los enfermeros que fueron a la casa, al menos de algo sirvió todo ese corre-corre.

Por Amparo Bonilla

Me considero una apasionada de la vida, soy alegre, optimista y siempre encuentro lo bueno de lo malo. Tengo una filosofía de vida que consiste en hacer lo que me gusta, cuando quiero hacerlo y sobre todo sonreír porque la vida serie es muy aburrida...

16 respuestas a «Emily enferma y de enfermera»

Hola Amparo! Me has matado de la risa con tu relato. La verdad es que los medicos ya no se que estudian!! La cantidad de gente que conozco por todos lados que van al medico y parece que se ponen a experimentar a ver si descubren el problema.
Yo particularmente prefiero una medicina mas natural e incluso mas emocional.
Y por suerte a los medicos los tengo que visitar poco o nada. Pero bueno, me diverti el rato leyendote.
Segui asi por favor jaja
Un abrazo!

Hola: Amparó es increíble como los niños intentan divertirse aun afectados o no de salud.

Lo más importante es que tu nieta se encuentra muy bien. Y los médicos a veces simplemente se encuentran agobiados, entre descartar las múltiples posibilidades de porque las personas tienen determinados síntomas. Saludos cordiales.

Hola Amparo,

Gran ejemplo el que nos dan siempre los niños. Para ellos la vida siempre es un juego.
Y lo de enfermarse sin duda lo llevan mucho mejor que nosotros los adultos.
Me alegro que todas las pruebas dieran negativas y esté ella bien.
Gracias por compartir con tu gracia particular tan entrañables relatos.
Un abrazo

Hola Amparo
Antes que nada espero que tu nieta siga muy bien.
Y después decirte que los niños tienen una capacidad de recuperación increíble. Además en el caso de Emily a lo mejor le sirvió para descubrir lo que le gustaría hacer en el futuro. ¿Quién sabe?.
Saludos!

Que desagradable es cuando nuestros niños se enferman Amparo, que látima que la niña haya tenido que pasar tantos días con su manita vendadita, pero que bien se lo tomó ella luego imitando a los enfermeros, la verdad es que de los niños siempre nos están enseñando y esta sitaución que vivieron con ella no fue la excepción. Saludos y besos a la Emily.

Espero que se encuentre mejor la niña, pero una vez más probado que los niños le pueden encontrar el lado positivo a todas las experiencias de la vida. Tendríamos que aprender más de ellos.

Los médicos y los hospitales… Madre mía si no tendremos que haber ido y visitarles veces en mi familia por una u otra causa… Qué bueno que al final no fuese nada importante y ella se lo haya tomado tan bien. Un abrazo. ❤️

Hola, Amparo:
Espero que Emily ya esté del todo recuperada. Cuando no saben diagnosticar lo que le pasa a un enfermo no da mucha confianza en los médicos que digamos. Me alegra que Emily se lo tomara tan bien y hasta se pusiera a jugar a enfermera en cuanto se recuperó.

Definitivamente la nieta está dando mucho de qué hablar por aquí, ella y sus aventuras, incluso cuando está enferma son para enmarcar. Hay que aprovechar esta bella etapa que está viviendo y disfrutarla al máximo, ya luego todo podrá ser de otra manera, seguramente. Como la vida misma.

Y sobre los médicos, es lo que tiene, qué le vamos a hacer, todos sabemos que son lo que son jajaja

Hola Amparo! Pobre tu nietita espero que de verdad ya este mejor y que bonita jugando a la doctora jajaja los niños son un caso, ese es el fiel reflejo de que aprovechan todas las situaciones para aprender de los adultos, son muy receptivos.

Abrazos y saludos a Emily.

Primero que nada, que bueno que no fue grave lo que le ocurrió a tu nieta y que bueno también que tuvo la fortaleza de tomar la situación tan bien como lo hizo. Son una ternura a esa edad, tan pequeños y tan atentos, en sus juegos retratan lo que ven y lo que oyen. Que Dios cuide y guarde a tu nieta y a toda tu familia. ¡Saludos!

Hola Amparo,Tienes una nieta bien fuerte, a cualquier otro tanto tiempo de hospital y con el cateter puesto le habría valido un disgusto. Sirve de lección, para que nos tomemos las cosas con más positividad y tranquilidad.

Un abrazo!

Los peques son unas esponjas por eso cuando estamos cerca de ellos son los adultos quienes deben de comportarse, y bueno los doctores hoy en día son mas los novatos que los expertos, ya no es fácil encontrar alguno con seriedad, mira la peque con tanta armonía a su manera expresar el cuidado por sus padres.

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