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Cosas que pasan

Como hablo, bailo (también)

Según mi marido el dicho de Diana que dice que yo como hablo escribo, se puede aplicar al baile también, pues anoche que fuimos de viojeteca lo llevaba arriado.

Qué risa, es que los pies se movían solos al ritmo que oían y por lo tanto cuando menos se acordaba estaba enfletada y él todo desintonizado y apenas me decía mérmele al ritmo que hoy no traje los zapatos con frenos, y me lleva en volandas. Me parecía muy divertido verlo en apuros para seguirme el paso.

Como hablo
Foto: Shutterstock

Y en esta idas y venidas, que veo llegar una de las parejas que habían terminado hacia algunos días.

Ella con nueva pareja, el chico sin estar mal, no le da la talla al ex, al menos a mi parecer, pero ella se veía bien con él. Bueno no falta sino que aparezca el otro con su nueva adquisición también, a ver que pasa, pensé.

Pues ya llevábamos más de una hora en el sitio y ella con su pareja sentados hablando y no salían a bailar ni nada, parecían una pareja de amigos.

Cuando de pronto que entra su ex con una chica despampanante, por que eso si pa qué, gusto para las viejas si tiene el chico y se consigue cada chica una mejor que la otra. Todas con silicona según el ojo de mi marido, pero bien buenonas aparentemente.

Y ahí si hubo movimiento, pues la chica que saca a bailar  a su pareja y empiezan los arrumacos, parecía la más enamorada de las mujeres, besos iban, besos venían, bailaban apretaditos así como bailaba con su ex, colgada de su cuello que parece una garrapata a punto de asfixiarlos, pero al parecer así les gusta.

Yo mientras bailaba me pillaba todo. El chico por su parte normal, si la vio no se sintió afectado, con su pareja muy galante y enamorado, salieron a bailar la chica muy pegadita a él, colgada de su cuello, el pobre creo que queda con torticolis, pues ni los 15 centímetros de alto en  los zapatos hacen que quede a su altura, por lo tanto le toca agacharse un poco, con lo bueno que está cualquiera quisiera estar así, como una lapa.

Y la gente comentando por lo bajo mientras los miraban, al fin que todos los conocían como la  pareja que se iban a casar en un diciembre que no llegó.

Como las viejotecas era el sitio en que siempre iban juntos, pues algunos no sabían que se habían separado y verlos llegar cada uno con pareja diferente no dejó de llamar la atención y las comparaciones no dejaban muy bien parado al nuevo pretendiente de la chica, es que difícil conseguir algo mejorcito.

Cada uno estaba con la pista de por medio, pero se podían ver a la chica mientras se besuqueaba con su pareja mirando para donde estaba su ex.

Éste como si nada, no apartaba los ojos de su chica, como quien dice ya no me importas o para que no se sintiera mal su  nueva adquisición, pues seguramente sabia que ahí estaba la competencia y bien incómodo debe ser estar en el mismo espacio.

También estaban los anfitriones de la otra viojeteca donde parecíamos colados, pero no, ellos son bailarines profesionales y nos dieron buen espectáculo de baile con coreografías, y a mí como me gusta ver bailar bonito.

Y la noche terminó cuando se nos acabó el trago, ya estaba cansada pues la música estuvo genial. No hubo disco malo, así que moví el esqueleto de lo lindo, sin francachela y comilona esta vez, la chica y su pareja se fueron de la rumba primero, algo tempranito estaba aún…

Y como no falta los que critican, al otro día, una de las amigas que estaban en la viojeteca le dice a mi marido que «que música tan mala».

Ahí si cada quien como le va en el baile, si no lleva pareja y baila un disco en toda la noche, claro que le tiene que parecerle horrible la música, para que no se consiguen un estoraque que las lleve a bailar toda la noche.

Por Amparo Bonilla

Me considero una apasionada de la vida, soy alegre, optimista y siempre encuentro lo bueno de lo malo. Tengo una filosofía de vida que consiste en hacer lo que me gusta, cuando quiero hacerlo y sobre todo sonreír porque la vida serie es muy aburrida...

16 respuestas a «Como hablo, bailo (también)»

Leyendo tu post me has hecho recordar una frase de nuestro querido amigo Jaime, Amparo.

Siempre me dice «tu vida es muy divertida, Ali», pero es que, querida Amparo, creo que la tuya no se queda atrás.

Me he imagino la escena de las dos parejas en el baile y me mondaba de la risa, dejando a un lado lo incómodo de la situación.

Qué rico que disfrutaras de una buena noche de baile!

Un abrazo grande!

Ali

Amparo yo también soy así, puedo caminar y masticar chicle al mismo tiempo, puedo estar pendiente de todo y darme cuenta de todos los chismes y seguir en lo mío. Qué bien te la pasaste en la viejoteca, y es que en definitiva se escucha música buena allí. Eso de los zapatos con frenos que te dijo tu marido, me causó mucha risa, es que veo que la ocurrencia es de familia. Pobre la chica que no ha superado al ex y tiene que colgarse de los brazos de otro para llamar la atención, pero bueno, algún día se dará cuenta. Un abrazo y gracias por compartir tus historias.

Ámparo: me encanta bailar… y lo echo en falta porque últimamente casi no salgo. Me han entrado ganas de mover el esqueleto. Eso sí qué pena la historia de la ex pareja, o por lo menos la chica que sólo salió a bailar cuando vino su ex con la nueva… Y pobrecito el nuevo novio de ella porque nadie se merece ser el segundo plato.

Con lo que me gusta bailar, me ha alegrado leer esta historia y pararme a pensar en todos esos momentos de miradas, y de música y de bailes con muchas personas interesantes, y con otras que no tanto. ¡Qué buenos recuerdos me has hecho tener Amparo!
Un abrazo

A mi también me encanta bailar Amparo, cuando oigo música que me gusta los pies se me van solos y no puedo contenerme jejeje, es que el baile es tan bonito. Y si encima puedes ir a bailar con tu pareja entonces es genial y pasas un buen rato con él, igual que tu con tu marido
Que risa me daba la situación de los dos ex, aunque para ellos cuatro seguro que era una situación muy incómoda.
Saludos

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