Me perdí el estruendo que hizo un carro al venir sin frenos y estrellarse contra un taller a la vuelta de la casa. Resulta que salí temprano a hacer una vuelta y de regreso pues que desde dos cuadras antes veo qué cantidad de gente aglomerada: «un accidente», pensé.
Pues sí, resulta que a un camión se le fueron los frenos, cogió una moto que venia delante de él y lo arrastró varios metros hasta estrellarlo contra un taller, como quien dice si quedó desbaratado ahí le cuadran la moto al menos.
No sé que tan descuadrada quedaría la moto, pero como que el señor si se descuaderno un poquito y al hospital fue a parar.
Pero resulta que no fue el camión el que lo arrastró, fuentes fidedignas me contaron que el camión le dio a un carro, el carro le dio al de la moto y siguió su camino desenfrenado hasta que lo atajo otra moto que estaba estacionada y quedo vuelta chicuca bajo las llantas.
Ahí quedó el camión incrustado contra el taller que detuvo su loca carrera y que siguiera llevándose todo lo que encontrara a su paso.
Dice mi familia que el estruendo fue espantoso, que parecía que se estaba cayendo la casa, solamente la mata de la amabilidad no lo escuchó. Me tocó casi tumbarle la puerta parta que me abriera, pues como cosa rara salí sin las llaves, por el apuro cogí unas que no servían, así que con pena y todo tocó tocarle la puerta hasta que abrió.
Ni cuenta se había dado del desastre acontecido, medio escuchó lo que le conté y siguió durmiendo. A ese no lo mueve nada.
La romería de gente que no sabia lo que había pasado era mucha y al ver la moto debajo del camión, pues todos se imaginaban lo peor.
Hasta que algún alma caritativa los sacaba del error y les explicaban que la moto estaba estacionada y que no hubo heridos, ni cosas graves que lamentar, pues lo material se repone, una pata quebrada muy difícil.
Solo quedaron los escombros y el cuento. Levantaron al camión, la moto y la gente se desapareció, sin embargo los que estaban cerca, apenas lo están superando, definitivamente cuando no es el día, no lo es.
Ese taller se mantiene lleno de gente ahí afuera y justo esta vez no había nadie, pasó como con la caída de la pared de la agencia de maderas, nadie pasaba en ese momento, solo una moto que no podía correr, el dueño debe estar más aburrido por que lo pondrán a estrenar;)
Y al taller lo benefició, pues le arreglaron el frente un poquito quedando mejor, así que del susto se pasa a lo que se ganó con la descarrilada del camión, no todo son perdidas.
Sino esta el caso de mi sobrino que tuvo un choque en Navidad, un camión se le vino encima y lo arremango, si no hubiera estado solo, otro gallo cantaría, pues como él conducía una funeraria y ya había entregado el fiambre, por lo tanto estaba solo, que sino al muertico le hubiera tocado enterrarlo a él.
En esta oportunidad salió ganando él, pues no pensaba pasar navidad en Sevilla, como le dieron convalecencia por varios días, pudo ir y pasarla bien chévere en familia, aparte de que le darán indemnización por lecciones personales, así que aparte del susto que se llevó, todo son ganancias. Seguro tiene angelitos en el cielo que lo cuidan.
[piopialo vcboxed=»1″]Cuando no es el día, la pelona pasa de largo.[/piopialo]
Yo también tengo angelitos que me cuidan, pues me salvé que una moto me elevara en estos días en Cali, por ir de elevada, casi que me elevan por los aires. Pero al parecer todavía no me quieren por esos lados, así que seguimos dando guerra, cuando me toque no me salvara ni Mandrake.
Una de mis amigas no tuvo tanta suerte y en estos días fue atropellada por una moto que le dejó un poco descuadrada las piernas, pues la moto le paso por encima, así que de vacaciones forzadas la mandaron.
Por lo tanto los que nos salvamos nos toca agradecer que podemos contar el cuento enteritos.
¿Cuántas veces te has salvado tu de un accidente por «cosas de la vida?
17 respuestas a «Otro descarrilado que dejó a un pobre descuadrado»
Me ha encantado tu relato Amparo la verdad es que muchas veces he sido afortunada de que me pasase algo y siempre pienso que un angelito me acompaña. He tenido varios sustos pero nunca nada grave aquí sigo dando guerra 🙂
Ay pobre
Yo solía decir que los accidentes pasaban por descuidos..:hasta que me pasó a mi…y gracia a Dios no pasó a mayores
Gracias por tu relato
La verdad, solo una vez, aunque tampoco le puedo llamar accidente. Iba al colegio donde estudiaba y el autobús (micro se llaman en Chile) dio un frenazo muy gordo, menos mal iba sentada pero a una niña, que estaba justo sentada a mi lado, se dio con el fierro que hay en los respaldos de los asientos delanteros para afirmarse y le volaron los dos dientes de arriba, las paletas como se suelen llamar. A mí no pasó nada, siempre me afirmo cuando voy en autobús.
Ufff que mal de cuerpo, caray que situación más terrible, a mi me pongo malisima cuando escucho el chirrio de un coche o moto, ya me temo lo peor, me alegro que todo fuera un terrible susto y que no hubiera nada que lamentar.
Qué suerte que la cosa se quedara en un susto. Es cierto que algunas veces pasan cosas y no entiendes como sale todo más o menos bien. Un saludo
Ufff. Menudo relato, ha habido un momento que pensaba que era ficción, pero no. Cuatro historias en una, el taller y la moto, tu sobrino, tu y tu amiga. Yo tengo pánico a las motos 😉 La verdad es que nunca he tenido un accidente con moto o coche. Toco madera 🙂
A veces el destino juega malas me, da igual que tú vayas bien y con cuidado que si otro va mal, te puede accidental y dejarte mal herido, por eso para que disfrutar de la vida y dejar al destino que sea bonito con nosotros, bss
Ahhh Dios, por lo menos ya no es en la esquina, eso quiere decir que estamos «avanzando un poco, así sea muy poco 🙂 Algo es algo 😀
Yo me salvé, o más bien me salvaron mis padres, de una enfermedad y desde entonces todo a nivel de salud me ha ido bien. Nada de accidentes ni acontecimientos graves pero opino como tú: el día que te toca no te salva ni crispin jejeje así que disfrutemos de cada día como si fuera el último porque realmente podría llegar a serlo.. muaks
Dios! Que terrible, hay que estar con los sentidos bien puestos cuando uno va por la calla porque si no, no la cuentas, felizmente el pobre motociclista se puede recuperar.
wow , como en un segundo todo puede cambiar !
Me alegro que no hubiera nada grave que lamentar. Hay que ir siempre con mucho cuidado pero a veces los demás no lo tienen. Yo hace años también sufrí un accidente de moto pero sin consecuencias graves y desde entonces no he vuelto a ir en moto del susto que me lleve. Un beso.
Uff, pobre chico de la moto y es que a veces tenemos unos días que las cosas van de mal a peor. Que suerte que las cosas no fueron a mayor.
Saludos.
Tus relatos siempre me resultan frescos y con esa originalidad que atrapa hasta el final.
Besos
Hola, vaya historia que has contado, tan común, pues ha mucha gente nos ha tocado, unos lo pueden llamar milagros, otros coincidencias y otros simplemente dirán que son situaciones, sin embargo cada una de estas, marcan de porvida a las personas de manera directa o indirecta. Que bueno que no fue a mayor, pero si es una alerta para disfrutar la vida al máximo.
Gracias a dios no he tenido esa mala suerte y espero que aún pase muuucho tiempo, pero si es verdad que opino que cuando es para ti es para ti, da lo mismo que acabes de salir de casa o que te hayas ido de viaje, es el destino
pues si, es verdad, la vida es asi, te libras de cosas por un pelo o por una circunstancia, pobre, que historia.