En todo este mes que llevamos yendo a caminar al parque que queda cerca a la casa no ha pasado nada, poca gente y los pocos con su perro. Los perros se hacen amigos entre si y esto hace que sus dueños se hagan amigos entre ellos, formando tertulias perrunas, pues no hablaban sino de sus mascotas, al menos lo que escuchábamos cuando pasamos cerca de ellos:
«que si el perrito come tal comida, mea o hace sus necesidades a determinadas horas, que si se estresa cuando no los sacan a caminar», en fin quien lo creyera y es que tener una mascota no es fácil, por poco y monta consultorio anti estres para caninos.
Así era la rutina todos estos días, ya conocemos más o menos a las persona asiduas y cuando va una diferente, nos damos cuenta y cuando no va alguien le ponemos falta.
Pero hoy algo se salió de lo cotidiano. Cuando llegamos y dimos la primera vuelta caminando y como estamos trotando un poco y caminando otro, pasamos por el lado de uno de los señores que le hacen mantenimiento al parque y nos digo muy sonriente algo así como que le hiciéramos mas fuerte para que nos diera resultado.
Nosotras seguimos, lo saludamos y nos dio risa su comentario. Me acordé del profesor en el estadio, que siempre nos decía lo mismo.
Seguimos con nuestra rutina, terminamos el trote y la caminada y estábamos en los aparatos que hay en el parque para hacer algo de ejercicio, cuando a lo lejos vemos al chico este hablando con dos señoras que tienen dos perros grandes. Uno de ellos es muy ladrador, cada que pasamos cerca de él nos ladra y la señora lo regaña, pero no es agresivo aparentemente, al menos nosotras no hemos sentido miedo cuando se nos acerca.
El tema es que no sabemos de que estaban hablando el caso es que los vimos como empezaron a manotear y hablando en voz alta. Le dije a Diana, «ve parece que están alegando esos de allá», ella me dice: «no, que va, aquí la gente habla duro».
De todas maneras yo seguí mirándonos, pues para mi no es normal ver a la gente tan sulfurada y gritándose cosas. De un momento a otro la señora le decía gilipollas y él le respondía «eso lo harán en su país» y ella que como así si este era su país, que no fuera tan hijo de su madre.. En fin el chico este también se salió de los chiros y le dijo que era una guarra, y ella que lo iba a denunciar con la policía por atacarla y él pues denúncieme a ver qué pasa.
Por poco la señora esta le echa a su perro, imagino que ganas no le faltaron. El chico siguió su camino un poco más rápido y se desapareció del parque, pues no lo volvimos a ver y las señoras se fueron muertas de la ira a ver quien les paraba bolas, justo hoy no pasó la policía que en estos días no faltaba haciendo como una ronda por el parque. Como cosa rara cuando se necesitan brillan por su ausencia, qué casualidad.
Por allá las vimos hablando con otros señores que trabajan arreglando el pasto, no se quedaron con las ganas de denunciar al chico. Lo malo es que no lo conocen, quien sabe que les dirían estos señores, el caso es que la señora pasó por el lado de nosotras y nos dijo:
– «¿Se dieron cuenta de lo que hizo el hijo de puta ese?»
– «y qué paso» pregunté yo,
– «pues me insultó por el perro»
– «y qué hizo el perro»,
– «nada ,solo ladrar» y se fue echa una furia con su perro, pues ya le estaba cogiendo la tarde para ir a trabajar.
La otra señora que se quedó de encargaba de informarle a todo el que llegaba lo que le pasó a su amiga y nosotras haciendo pachocha en las maquinas para tratar de enterarnos bien de los hechos y como todos tenían su perrito pues claro que estaban con la señora.
Quien sabe qué repercursiones tendrá este hecho en la vida del chico, el caso es que por lo menos el día tan sonriente que tenia se le dañó.
Nos quedamos con la duda de que hubiera pasado si hubieran estado el chico de unos galgos, un muchacho que tiene dos galgos y se ve todo fortachón y es amigo de las señoras, justo llegó un poco tarde el día de ayer y también un chico macanudo de un perro blanco que no apareció, pues creo que no es lo mismo enfrentarse a dos mujeres que con dos hombres bien parados.
También me quedó la duda de por qué se desató todo este incidente, pues siempre es bueno escuchar las dos partes, no siempre la persona que uno cree la ofendida tiene la razón, muchas veces la gente se mosquea por cualquier cosa y arman un tierrero sin necesidad.
Eso sí, al menos tuvimos una mañana diferente, nos sacó de la rutina. Habrá que ver qué repercusiones traerá estos hechos en la rutina que se maneja en el parque, con fiestas este fin de semana, nos toca esperar hasta la otra… 🙂
17 respuestas a «Tropel en el parque»
Ush que bueno que ejerciten así, yo salgo a caminar cuando puedo con mi madre, sino hago ejercicio en mi casa.
Siempre que podemos llevamos a Simón, nuestro caniche, que es bastante bullicioso y vive ladrando a cuanta gente pase y no se le achica a los perros grandes, así que posiblemente a mí también me pasaría algo así. Pero yo no les doy importancia!
Es muy chistoso lo de los perros, cuando salgo a pasear con mi novio y su perro pasa eso que has dicho. Aquí la gente que encuentres en los montes o lugares de hacer ejercicios son muy educados.
Saludos.
Es una realidad que en toda situación siempre hay más de una versión, de una realidad y es bueno darse la oportunidad de escuchar las versiones da cada persona involucrada, sobre todo para poder crearse una opinión sin juzgar a nadie 🙂
El lobo siempre será malo si solo escuchamos a Caperucita, que dice un refrán. No hay que creer solo a una parte porque cada uno habla de lo que le ha pasado según como le haya ido. Besos!
Pero mira se va de Sevilla donde el chisme lo tiene a flor de piel y llega a España a contar las infidencias de otro país, doña Amparo usted es muy divertida y sus relatos son bien entretenidos.
Como siempre cosas nuevas que contar, en todo lado hay historias y no podría pasar desapercibido un pais nuevo, nuevas historias, que bueno que la estes pasando y aprendiendo palabrotas.
Siempre hay cosas que contar si dan papaya y esta fue de pelicula y en primera fila, bueno no tanto, pues nos quedamos sin saber una de las versiones originales.
que preciosidad
Hola Amparo, hermosa.
La verdad es que a mi el caminar me encanta. Siento que es algo que me da más vitalidad, además de que me hace sentir más saludable y feliz. Y eso que, me quiero poner más en serio con la comida saludable y el deporte ¿eh? pero caminar, no, es imposible que falle en mi rutina. Sería como un vacío para mi no hacerlo.
Gracias por compartir. Un abrazo
A mi también me encanta pasear me relaja tanto… me has entretenido mucho con tu historia la verdad es que la explicas ¡muy bien! seguir así!! paseando y descubriendo nuevos sitios
¡Hola!
Geniales rutinas las caminatas para nuestra salud. ^_^ Así que celebro que tengáis este hábito tan bueno.
Yo lo hago con mi perra, y son los momentos en que puedo desconnectar del mundo.
Sobre lo del incidente… No sé, como bien dices siempre hay que escuchar las dos versiones de los hechos y más siendo una parte no implicada y no haber estado presente en la discusión. Porque el «cuento» puede cambiar , y mucho.
Besos
Yo voy todos los días a andar ya que correr me cuesta un poco más y siempre viene conmigo mi perra. Un saludo
Hola Amparo!
Pues que caray con la historia, sin duda los protagonistas fueron los perros que tal vez solo ladraron de gusto o ve tu a saber porque, pero bueno de ahí se desencadeno toda una serie de sucesos, para aprender, para reír y para recordar.
Saludos.
Me has entretenido con tu relato y sin lugar a dudas siempre las cosas se ven diferentes desde un punto de vista y otro. Lo interesante siempre es escuchar a todas las partes para poder sacar conclusiones más acertadas.
Un beso grande 🙂
Pues que le habrá dicho para que se ofenda tanto a punto de querer denunciarlo, tal vez se pasó de confianza y no egusto, en fin estas cosas suceden, ustedes centren su energía al entrenamiento 🙂
Buenas guapa, ¡Vaya historia! Por supuesto, como ya han comentado hay que conocer las dos versiones para opinar con justicia. Y como no las tenemos..yo tengo la tuya y voy a opinar sobre ella..jaja
A mí me parece que en una disputa pierde la razón el primero que insulta, pienso que no hay que llegar a ese extremo por muy molestos que estemos, también por lo que cuentas la qué insultó (o lo que vosotras escuchastéis fue la señora) y también pienso que si todo ese lío se montó porque le dijo que su perro ladraba..no hay motivo para tanto alboroto.. 😉 ¡Besitos y espero que la próxima vez el paseo sea más tranquilo!!
Hola. Sí que fue un día diferente a la rutina y a veces nos dejamos llevar por lo que dice sólo una persona sin recurrir a la otra. Por eso, muchas veces al decir algún hecho se trata de corroborar con tres fuentes confiables. Saludos.