Creo que a tener en cuenta cuando se vive con otra persona son las normas de convivencia, así sean las elementales, para tener una sana relación. Entre ellas es el intercambio de amistades de parte y parte, pues ya no serán solo los dos, entran en juego la familia de cada uno, los amigos y hasta los enemigos se vuelven común.
Seguramente cuando se vive con otra persona es inevitable que amistades y familias vayan de visita de vez en cuando. Entonces, así no queramos, se debe atender a estas personas como nos gustaría que atendieran a nuestras propias amistades y familia, pues no creo que a ninguno de los dos les guste que si va un familiar o amigo de uno o del otro, el otro se haga el Manuel y no atienda con un mínimo de cortesía y educación a las personas que entran en su casa.
Como anfitriones que son, ahora, deben apersonarse de la gente que pise el hogar y no hacerles desaires que luego dejen un mal sabor de boca y queden como unos maleducados, creídos o quien sabe que adjetivos más y la gente quede sin ganas de volverlos a visitar.
Algo que uno (el que está escondido) dirá: «pues mejor, menos gente», pero nunca se sabe cuándo se necesita de las personas y luego de una mala impresión es difícil volver a tener confianza como para que quieran regresar.
Los celos y las desconfianzas es algo que mina la sana convivencia, pues para nada agradable es que uno de los dos llegue ya sea de trabajar, estudiar o lo que estén haciendo en la calle y el otro lo reciba estirando jeta sin saberse por qué y lo peor es que en vez de decir lo que les molesta se guarden el veneno para ellos mismos y luego explotan cuando menos se espera y cuando ya no tiene caso el reclamo.
Si se conoce a una persona en determinado ambiente y así se enamora uno de ella es difícil luego querer que cambie la manera de ser por el mero hecho de que ahora lo suponemos propiedad privada. El convivir con una persona no quiere decir que esta tenga que ser como nos gustaría que fuera y que deje su espontaneidad por darnos gusto, al principio cuando todo es miel puede que lo hagan, pero luego cuando se cansen de ser lo que no son, nos pasaran factura y ahí es donde se puede romper lo que creíamos irrompible.
Si el amor es verdadero no debería dar cabida a los celos, desconfianza y reclamos fuera de lugar. Nadie mejor que cada uno para saber si algo falla y si es necesario hacer algún reclamo hacerlo calmadamente y si el amor se acaba, pues aceptar las cosas como venga, pues nada es eterno en el mundo y el amor como llega se puede ir.
Muchas veces el amor se acaba por nosotros mismos, pues jodemos tanto que cansamos al otro y buscará en la calle lo que no encuentra en la casa.
Al convivir en pareja entra el día a día, el verse desde que se levantan hasta que se acuestan y ahí es donde se darán cuenta cómo es la otra persona, pues una cosa es versen de noviecitos a raticos, moteleando, en cines, rodeados de más personas que estar solos completamente.
Entra en juego lo ordenado o desordenado que sean, la paciencia que hay que tener para aguantar hasta los pedos del otro y no morir al olerlos. El delegar funciones, pues hoy en día no es como antes que el hombre se conseguía una esclava para que le lave, le planche, le haga de comer, arregle la casa y este radiante en la noche para complacerlo en la cama, eso ya está mandado a recoger, ahora cada uno debe apersonarse de sus propias cosas, hacer el aseo de la casa juntos, hacer la comida el que tenga más tiempo y este disponible.
Si tienen niños, los dos por igual cuidar del mocoso, no que por ser mujer todo nos caiga encima, aunque no por eso coger al otro de burro de carga y que haga todo solo, las cargas repartidas pesan menos, hasta para hacer el amor deberíamos de ser considerados pues ya estando solos, la casa sola, a cualquier hora que den ganas, darle vuelo a la hilacha, pero respetando el sueño y el descanso del otro, pues no somos maquinas sexuales y el abuso también cansa.
Se me quedaran más ticts, pero estos son los que se me vinieron en este momento y lo más normal que pueda pasar antes, durante y después de la convivencia. Creo que todo a la final dependerá de cada uno de los afectados y las relaciones exitosas existen, si queremos tener una así hay que trabajar cada día en una excelente comunicación.
¿Cuáles sería tus normas de convivencia?