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Se Fue Gabo

Otro que quiere resucitar al tercer día. A lo mejor y se le hace el milagrito nunca se sabe. Si vivió 100 años de soledad rodeado de mariposas amarillas, puede darse el lujo de darse un paseito por donde San Pedro y volver todo caripelado por los países socialistas, ir de náufrago regando la nieve con su sangre, pasar por la mala hora del otoño del patriarca, esperando a ver quién le escribe al coronel en su laberinto. Mirando los ojos del perro azul, haciendo un crucero por el amor en los tiempos del cólera. Sabiendo que tiene la crónica de una muerte anunciada. Mientras lo esperan sus putas tristes él les cuenta sus doce cuentos peregrinos en los funerales de la mama grande, pisando la hojarasca de huída del amor y otros demonios.

Se fue GaboVive para contar que ha vivido en la tercera resignación un día después del sábado, en el pueblo donde no hay ladrones  y si un señor muy viejo con unas alas enormes, en un buque  fantasma sucede la increíble y triste historia  de la Cándida Eréndira y de su abuela desalmada que hacen la siesta un martes  con rosa artificiales. Un día de estos  alguien desordena estas rosas , seguro la mujer que llega a las seis.  Eva está dentro de su gato  e Isabel Monologea viendo llover en Macondo y le desea buen viaje al Señor Presidente  que se va en el avión de la bella durmiente, que solo viene a hablar por teléfono y ve  que la luz es como el agua, viendo al ahogado mas hermoso del mundo en el mar del tiempo perdido, 17 ingleses envenenados es el verano más feliz de la señora Forbes con espantos de agosto. La viuda de Montiel tiene una muerte constante más allá del amor y quiere la otra costilla de la muerte para Nabo, el negro que hizo esperar a los Ángeles, buscando  a Blacaman el bueno, vendedor de milagros, aunque él no vino a decir discursos, solo tenía la manía de contar todos sus cuentos.

A grandes rasgos son algunas obras de este desocupado que en su vida escribió algunos libros bien voluminosos, pero eso si entretenidos y fantasiosos que sólo él sabía darle el toque de realismo mágico, seguramente para donde vaya no se aburrirá pues parlamento le sobra para entretener y entretenerse.

Con tantos años encima ni tiempo tuvo de arrepentirse de nada, pues fue galardonado con el máximo trofeo a la escritura con su premio Nobel en 1982, echado de Colombia por un presidente que lo acusó de ser guerrillero pidió asilo en Mexico y  allí llevaba más de 50 años , muriendo precisamente en esta ciudad, hasta la visa  a los estados unidos le habían negado por su relación con Fidel Castro, pero llegó Bill Clinton y le levanto la prohibición pues le encantaba su libro 100 años de soledad.

Libro cien años de Soledad

En su ciudad natal Aracataca, se mueren de sed  y de pobreza, pero se pueden dar el lujo de haber tenido un hombre famoso y más preparado que un yogurt, reconocido y homenajeado en todas las partes del mundo donde su obra no pasó desapercibida pues 100 años son mucho tiempo como para no tenerla en cuenta.

Y como cosa rara con nuestro Presidente, el cual no se da cuenta de lo que pasa ni en su país ni con los personajes, según él Gabo estaba muy bien, pero para irse para el otro lado. Se le fue el desliz como se le va de entre las manos las riendas del país, donde según él no pasa nada, no hay desempleo, no hay miseria… Nada, todos vivimos como él y sus ministros. Me imagino que estos datos los saca de su palacio, que son los únicos que viven a cuerpo de Rey.

En fin que se fue Gabo, un grande de la literatura, un visionario y todo un novelista. Pero eso sí, seguirá viviendo en nuestra memoria, en sus libros y en nuestros corazones. ¿Qué más inmortalidad quiere uno?

Por Amparo Bonilla

Me considero una apasionada de la vida, soy alegre, optimista y siempre encuentro lo bueno de lo malo. Tengo una filosofía de vida que consiste en hacer lo que me gusta, cuando quiero hacerlo y sobre todo sonreír porque la vida serie es muy aburrida...

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