Y como que a los borrachos los sigue cuidando el Diablo, pues entre las restricciones graves que se están tomando sólo es quitarles el pase, y de pronto la chatarra del carro, que por lo regular queda vuelto chicuca, así que hasta un favor le hacen, pues como por lo regular son hijos de papi y mami, ya le tienen reemplazo por un carro último modelo, así los premian por haberse deshecho del carro viejo.
Increíble que el Presidente mismo esté dando estos contentillos, pero nunca hablan de penalizar a los borrachos, o sea que seguimos en manos de estos irresponsables que pueden atropellar con toda libertad y lo único que les quitaran será su licencia y de pronto el carro. Una licencia que a la vuelta de la esquina estarán sacando como si nada y un carro que se lo cambiaran por otro mejor. Una maravilla, cada día las decepciones son más.
Me imagino que el día que les toque en carne propia, ahí sí buscarán medidas drásticas, pero mientras tanto como es al fulano anónimo, que les importa. Definitivamente estamos en manos de unos ineptos, que triste realidad la que tenemos en este país o mundo, por que parece que es general por todas partes la misma Ley pecueca.
Aunque si nos ponemos en los zapatos de las familias afectadas por las irresponsabilidades de los muchachos, tampoco les toca fácil, pues la conciencia si es que la tienen, les debe de remorder el haber sido culpables de ocasionar en un minuto tanta tragedia. Eso debe ser como para volverse loco, porque al fin que tampoco es que sean asesinos en potencia, sólo fue un mal momento que los marcará de por vida, ya que por mucho dinero que se tenga las vidas quitadas, no volverán.